El hecho ocurrió en Rumania, y uno de los asistentes a la ceremonia lo registró en video. Las imágenes se publicaron en YouTube, donde tuvieron miles de reacciones en contra.

Allí se ve que, además de intentar callarlo con violencia, el iracundo sacerdote lo cargaba con fastidio mientras trataba de sumergirlo en agua bendita.

Hubo un momento en que el sacerdote puso al bebé en una mesa y tiró de su vestimenta, en señal de desesperación. El hombre alzó de nuevo al pequeño y lo hundió tres veces en la pileta, como lo ordena su religión.

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Usuarios de YouTube reprocharon el comportamiento del sacerdote y muchos de ellos se fueron en contra de la religión en general: manifestaron que cualquier doctrina divina es “primitiva”, “estúpida” y “bárbara”.

Otras personas se preguntaron cómo los padres permitieron ese trato con el bebé.

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