Esto se debe a que el profesor tachó con tinta roja las respuestas del niño, asumiendo que eran incorrectas. Sin embargo, por la ambigüedad del enunciado, el ejercicio podía interpretarse de diferentes maneras, por lo que la solución que dio el menor sí estaría bien.

El ejercicio decía textualmente: “Escribe con cifra los siguientes números”. Allí, por ejemplo, estaba el “diez”, y el niño, en lugar de poner “10”, escribió “11”. Así lo hizo con los demás números que había.

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La clave de todo se encuentra en la palabra “siguientes”: el profesor se refería a los números que estaban expuestos a continuación, pero el pequeño interpretó que debía colocar las cifras que le sucedían a esos números.

Sobre el ejercicio, Bárcena comentó que al parecer “quien no lo ha entendido bien es el profe”.

Luego de esa publicación, varios usuarios le escribieron para felicitarlo por tener un hijo tan inteligente. Otros, por su parte, criticaron al docente por reprobarlo sin mirar más allá de lo evidente.