Según la ABC News, el registro fue grabado por uno de los presentes en el lugar, ubicado a 150 kilómetros al sudeste de la capital, Jakarta; el joven captó el momento en el que un hombre lanza una colilla de cigarrillo aún encendida al espacio donde se encontraba el animal.

En ese momento se detalla cómo el orangután la recoge y la inhala, provocando risa entre los espectadores. Para los activistas por los derechos de los animales no fue un hecho divertido y denunciaron la aparente falta de supervisión y educación contra este tipo de actos.

De acuerdo con The Jakarta Post, el vocero del zoológico, de nombre Sulhan, lamentó el incidente y señaló un aviso de advertencia que prohíbe a los visitantes dar comida y cigarrillos a los animales.

El artículo continúa abajo

Este no ha sido el único caso similar en Indonesia. En 2002, otro orangután se convirtió en un adicto a la nicotina después de recoger las colillas arrojadas por las personas. Caso similar fue el de la orangután Toria, en el zoológico de Taru Jurug, en la ciudad central de Java, que tuvo que ser aislada para que abandonara el hábito, y finalmente lo superó en 2012,  según informó Daily Mail.

El mismo medio afirma que el zoológico de Bandung ha aparecido repetidamente en los titulares de prensa porque algunos de sus animales suelen estar hambrientos o enfermos. Algunos activistas han hecho una petición a través de change.org en la que piden su cierre. Ya llevan casi un millón de firmas.