Como una variación de la película ‘Gone in 60 seconds’, el conductor de este Ferrari podría decir: “Gone in 60 minutes”, que fue lo que le duró su juguete recién sacado del concesionario antes de destruirlo por completo.

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Según CNN, se trató de un modelo Ferrari 430 Scuderia, avaluado en más de un cuarto de millón de dólares, de cuyo accidente el piloto salió ileso, con tan solo rasguños y moretones.

Fue tan fuerte el golpe y el posterior incendio, de los cuales no se tiene información de por qué se ocasionaron, que los policías tuvieron que preguntarle al piloto de qué auto se trataba, pues quedó irreconocible, ya que solo se apreciaban las llantas y una cantidad de escombros carbonizados, informa La Voz.

Tampoco se sabe si al hombre el seguro le reconocerá algo por su auto, ya que hay que establecer los motivos del accidente para determinar la responsabilidad del conductor.

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Así quedó el que una hora antes era ‘toda una nave’. / Policía de Yorkshire

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