La mujer y su esposo retiraron 10.000 libras esterlinas (casi 40 millones de pesos) de sus pensiones e invirtieron parte del dinero en unas vacaciones familiares en Turquía, informó Daily Mail. Asimismo, gastaron 4.000 libras (16 millones de pesos) en una ducha especial para su casa y 700 libras (aproximadamente 2,8 millones de pesos) en una nevera ‘tipo americano’ de doble puerta.

Jackie, además, tuvo una dolorosa despedida con su nieta de 12 años. Según ella, esto le dijo cuando le contó que iba a morir:

“Todavía estaré aquí, pero seré como uno de esos zombis que ves en las películas”.

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De acuerdo con el diario inglés, los médicos de un hospital en Yorkshire le diagnosticaron demencia a Jackie debido a varias molestias que estaba presentando, como dolores de cabeza, comportamiento errático y pérdida de la memoria.

Casi un año después, el hospital se comunicó con ella y su esposo a través de una carta donde les informaban que el diagnóstico había sido incorrecto y que en realidad todo se reducía a depresión y ansiedad. Allí también se disculpaban por el estrés que ocasionaron.

“Hicieron un informe a medias”, dijo Jackie al medio y agregó que aún no entiende cómo los especialistas pudieron haber cometido semejante error, pues en ningún momento recibieron una explicación de ello.

A pesar del daño ocasionado, ni Jackie ni su esposo piensan demandar al hospital porque “han sido muy buenos” con ellos a lo largo de los años. De todas formas, si quisieran entrar en un proceso legal, no tienen el dinero para pagar un abogado. Jackie indicó al diario que eso les costaría alrededor de 25.000 libras (casi 100 millones de pesos) y todo duraría alrededor de 4 años.