El nadador estadounidense Ryan Lochte, poseedor de 12 medallas olímpicas, y tres de sus colegas denunciaron haber sido robados por policías armados en la madrugada del domingo, cuando regresaban en taxi a la Villa Olímpica después de haber asistido a una fiesta en la Casa Francia.

“Las imágenes no muestran ningún tipo de violencia contra ellos, no hubo robo practicado contra los atletas”, que estaban alcoholizados esa noche, dijo el jefe de la policía civil de Rio, Fernando Veloso, ante decenas de periodistas brasileños y extranjeros.

Según Veloso, los nadadores se detuvieron en el camino en una gasolinera, fueron al baño y lo vandalizaron, quebrando la jabonera, un cartel de publicidad y una papelera.

Entonces dos agentes de seguridad del lugar los enfrentaron y uno de ellos impidió que se fueran mostrando su arma, luego les pidieron dinero para cubrir los daños, así que los atletas pagaron 20 dólares y 100 reales (30 dólares) y se fueron.

“El arma fue empleada para contenerlos. Nada indica que hubo exceso del guardia de seguridad”, dijo Veloso, y añadió que no hay indicios al momento de que el agente haya intentado sobornar a los atletas.

El incidente provocó una fuerte indignación en plenos Juegos Olímpicos de Rio-2016 y preocupó a las autoridades en esta ciudad conocida por sus elevados niveles de criminalidad.

La prensa brasileña especula que los atletas pueden haber mentido para que la novia de uno de ellos no se enterara de lo que sucedió: dos chicas coquetearon con ellos durante la fiesta y en el taxi, dijeron testigos al portal G1.

La Justicia brasileña prohibió el miércoles la salida del país de los cuatro mientras concluye la investigación, aunque Lochte había viajado ya a Estados Unidos.

AFP.
AFP.

Con AFP.

LO ÚLTIMO