Cuando el conductor que operaba el vehículo que viajaba a 110 kilómetros por hora se percató que había un camión bloqueando las vías y que el choque iba a ser inevitable, salió corriendo de la cabina para alertar a los pasajeros que se encontraban en los vagones para que se agacharan y se protegieran del impacto.

Por fortuna la rápida reacción del sujeto evitó que hubieran víctimas fatales.

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