El animal, híbrido entre lobo y perro, no estaba en buenas condiciones cuando fue encontrado, ya que tenía una peligrosa infección causada por un arnés que le habían puesto y que no correspondía a su tamaño, sobre el que había crecido su piel.
Una intervención le salvó la vida, y su recuperación duró varios meses, indicó una mujer que publicó, en YouTube, un video en el que lo consiente.
La hembra fue llevada a un refugio, donde tenía un comportamiento extraño: escalaba una cerca de 12 pies de altura, un poco más de 3 metros, y ponía su mandíbula en el final de la valla, razón por la que los encargados de su cuidado decían que estaba “loca”.
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Después, la mujer empezó la tarea de socializar a Lakomi, y, gracias a su dedicación, la loba se volvió “juguetona, dulce y amorosa”.
Lakomi es un hermoso ejemplo del poder redentor del amor, y poder conocerla es uno de los mayores privilegios de mi vida”, agregó la usuaria de YouTube.
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