Así lo reportó Arstechnica, que fue contactado por el grupo de hackers que atentó contra Instagram. Según el portal, los ciberdelincuentes crearon una página web en la que venden los datos personales de millones de usuarios de esa red social por tan solo 10 dólares cada búsqueda. Por obvias razones, Arstechnica no divulgó esa página web.

Los hackers le presentaron al medio una muestra con datos de 10.000 cuentas. Ante esto, Arstechnica realizó una prueba para comprobar la seriedad de la situación y pudo comprobar que todos correspondían a usuarios reales de Instagram, y esos perfiles eran consistentes con los números de teléfono asociados con ellos.

Los números telefónicos de los usuarios están acompañados de los indicativos respectivos al país del mundo en el que se encuentran. Además, Arstechnica confirmó que entre los usuarios afectados por el hackeo se encuentran personalidades con millones de seguidores.

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Arstechnica, señala FayerWayer, se puso en contacto con Troy Hunt, una autoridad en el tema de ataques informáticos (creó un sitio web para que personas puedan saber si su correo o contraseñas fueron hackeadas), y él también aseguró que los datos que tienen en su poder los ciberdelincuentes son serios.

El ataque a Instagram de la semana pasada parece ser más grande de lo que la propia red social pensaba.

“Nuestra preocupación principal es la seguridad de nuestra comunidad. Como siempre, le pedimos a los usuarios que estén atentos a la seguridad de sus cuentas y que actúen con cuidado ante cualquier actividad sospechosa como ser llamadas de números desconocidos, mensajes de texto o correos electrónicos”, afirmó Instagram en un comunicado la semana pasada.

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