El Tribunal de Apelaciones del Circuito del Distrito de Columbia rechazó así, con 2 votos a 1, la demanda presentada por diversas asociaciones de empresas de telecomunicaciones como AT&T y CenturyLink, entre otras.

El fallo judicial señala que la FCC cumplió con el debido proceso y su propuesta está dentro de sus competencias. También busca aumentar la regulación para garantizar la “neutralidad” y apertura de la red y evitar los llamados “canales rápidos” de pago.

La FCC sostiene el llamado principio de “neutralidad de la red”, que afirma que no debe permitirse a los proveedores de Internet ralentizar el acceso a ciertas páginas web.

Asimismo, trata de evitar la creación de “canales rápidos” de mayor velocidad de navegación para contenidos cuyos creadores hayan pagado previamente una tasa a la compañía proveedora.

“La decisión es una victoria para los consumidores e innovadores que merecen un acceso sin restricciones a toda la red, y asegura que Internet siga siendo una plataforma de innovación sin paralelo, libre expresión y crecimiento económico”, dijo Tom Wheeler, presidente de la FCC, en un comunicado.

Por su parte, la National Cable and Telecommunications Association (NCTA), señaló que “es improbable que este sea el último paso en el debate de más de una década sobre la regulación de Internet”.

“Urgimos a los líderes bipartidistas del Congreso a que renueven sus esfuerzos para redactar legislación significativa que pueda poner fin a la actual incertidumbre, promover la inversión y proteger a los consumidores”, agregó la NCTA.

Con toda probabilidad, la industria llevará el caso ante el Tribunal Supremo, la máxima instancia judicial.

La FCC, organismo federal de carácter independiente, había planteado en 2014 la posibilidad de que los proveedores cobraran por un acceso prioritario a la red, y desde entonces ha recibido más de 4 millones de comentarios del público, la mayoría en contra de estos canales rápidos de pago.

Esa es la idea que comparten muchos activistas de internet y grandes compañías como Amazon, eBay, Facebook, Google, Microsoft, Netflix, Twitter y Yahoo.

El propio presidente de EE.UU., Barack Obama, asumió una posición a favor de internet como servicio público, ante el acalorado debate generado entre activistas a favor de la mayor regulación y proveedores de acceso como Verizon o Comcast, que aseguran que estas normas perjudicarán la innovación y defienden las líneas rápidas de pago como un modo de financiar los avances tecnológicos.

“El fallo es una victoria para una Internet abierta, justa y libre como lo conocemos hoy, una que permanece abierta a la innovación y al crecimiento económico, sin que los proveedores de servicios sirvan como guardianes pagados”, consideró en un comunicado el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

Para la Casa Blanca, dijo Earnest, el fallo reconoce que una Internet abierta es “esencial” para preservar un ambiente que estimule nuevas inversiones en la red, nuevos servicios en línea y nuevo contenido.

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