El propietario de la empresa, el multimillonario surafricano Elon Musk, llegó al acto celebrado en sus instalaciones de Freemont, cerca de la ciudad estadounidense de San Francisco (oeste), a bordo de un ejemplar rojo, repleto de luces y bajo los sonoros aplausos de sus empleados.

“Es un carro increíble. Hemos vigilado hasta el más mínimo detalle”, aseguró.

Los primeros comprados –30 trabajadores de Tesla– tomaron recibieron las llaves de sus vehículos y se hicieron la foto de rigor para celebrar el acontecimiento.

“Produciremos automóviles lo más rápido posible”, prometió Musk. Está previsto que los Model 3 lleguen a los concesionarios en el otoño boreal.

Aunque su diseño es similar al Model S, es más pequeño, más simple y cuesta la mitad: alrededor de 35.000 dólares para el modelo básico, con una autonomía de 350 km.

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Como el S y el X, el 3 es totalmente eléctrico y tiene un sistema de piloto automático que lo convierte parcialmente en autónomo.

Para abaratar el precio, Tesla usó menos aluminio y más acero, además de eliminar algunos elementos. El 3 solo tiene una pantalla de mandos a la derecha del volante, el S tiene dos.

“Es una etapa crucial en la misión de Tesla para acelerar la transición de nuestro mundo hacia la energía duradera”, explica la compañía en los folletos de presentación del auto.

La empresa calcula que producirá de forma progresiva 5.000 modelos por semana a finales de año.

“Es un desafío, pero estoy contento”, subrayó Musk. Según contó, ya ha recibido “medio millón” de reservas, “sobre todo en Estados Unidos”.

“La demanda no es un problema”, precisó.

El Model 3 representa una etapa esencial en las ambiciones del empresario, que quiere convertir a Tesla en un constructor automovilístico de serie.

De acuerdo con las proyecciones, la empresa ha vendido en los seis primeros meses de 2017 entre 47.000 y 50.000 carros.

Con el Model 3, espera alcanzar los 500.000 vehículos vendidos en 2018 y el millón de aquí a 2020. El alemán Volkswagen y el japonés Toyota, en comparación, venden cada uno más de 10 millones de autos al año.

¿El iPhone de los autos?

Los mercados están pendientes del éxito del Model 3. Algunos analistas tienen dudas sobre las perspectivas de crecimiento del grupo, al estimar que la demanda del S y el X es limitada.

Pero la estrategia de Musk ha funcionado hasta ahora: aunque la mayoría de empresas ofrecen algún modelo eléctrico, Tesla domina este segmente porque ha sabido aprovechar el vacío que había.

Los Tesla combinan dos aspectos considerados clave para el futuro de los automóviles, en los que trabajan la mayoría de constructores pero también gigantes informáticos como Google o Apple.

El analista Gene Munster, de la firma Loup Ventures, considera de hecho que Tesla es el Apple del automóvil: “Un día compararemos el lanzamiento del Model 3 al del iPhone, que provocó una revolución en la tecnología móvil”.

El alcance empresarial de Musk no termina en los coches: también invierte en energía solar con la compañía SolarCity, y en la conquista del espacia a través de SpaceX. En los últimos tiempos también le ha empezado a dedicar tiempo a las baterías para casas.

Su trayectoria le sitúa por otro lado a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático.

AFP