Es lo que le informaron fuentes cercanas a esta coyuntura al periodista Mark Sullivan de Fast Company. De acuerdo con esas versiones, Apple todavía está terminando las características más importantes del iPhone 8, pero ha tenido varios inconvenientes en su implementación, lo que ha generado retrasos en la producción y podría modificar las fechas de lanzamiento.

Se espera que el próximo terminal de los de Cupertino incluya tecnologías que nunca antes tuvo un iPhone. Sin embargo, si los problemas advertidos persisten, Apple podría verse obligada a lanzar el smartphone con una que otra característica principal deshabilitada, añade el medio de comunicación.

La principal causa de las fallas técnicas estaría en el software que tendrá el dispositivo, señala Wayerless. De los problemas con el software se desprenden los inconvenientes para el buen desarrollo de funciones claves como la carga inalámbrica y el sistema de reconocimiento facial para desbloquear el teléfono.

Las fuentes de Sullivan aseguran que es difícil que el software correspondiente a la carga inalámbrica esté listo para ser lanzado en ‘prime time’ y que, si se no se soluciona pronto, los primeros teléfonos que se lancen tendrían esa función desactivada y posteriormente estaría disponible.

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Lo mismo sucede con el sistema de reconocimiento facial. Las versiones apuntan a que Apple ha tenido inconvenientes para que el sensor funcione de manera fiable. En este caso, el hardware del sensor no es propiamente el problema, sino que lo es el software que lo acompaña, concluye Fast Company.

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