Las grandes marcas los tienen entre sus más consentidos porque son los principales consumidores de productos tecnológicos de vanguardia. Su vida es impensable sin internet y mucho menos sin dispositivos electrónicos como videojuegos, celulares, tablets y consolas de entretenimiento, explica la revista Forbes.

Son el mercado con mayor potencial de consumo y así lo entienden marcas de alcance global como YouTube, Netflix, Mattel y Spotify, entre otros. Estos proveedores están creando contenidos especializados para aumentar su base de consumidores mundiales y lo están logrando.

La publicación reseña que estos jóvenes, que viven inmersos en internet, son los encargados de educar a sus padres en cuestiones de comercio electrónico. De hecho, les dicen qué, cómo y en dónde comprar lo que ellos necesitan para permanecer activos en las redes sociales.

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La música es el producto que más consumen (73 %), seguido por el segmento de las bromas, chistes y memes (60 %); los juegos ocupan el 50 % de su interés, mientras que el entretenimiento de cualquier tipo (desde que esté disponible en internet) es del 48 %; la misma proporción que se dedican a buscar información y conectarse con amigos y conocidos, indicó Forbes.

A la mayoría les gusta compartir en sus redes sociales imágenes, memes, selfies, videos y canciones. Estos muchachos son considerados la Generación Z de los ‘millennials’ (personas entre los 20 y los 35 años de edad) y para ellos el mundo se ha reducido a un dispositivo con acceso a internet.

Pero, ¿está bien que esto pase? El pediatra español Germán Castellanos advirtió que esta afición incontrolable por la tecnología está generando daños cerebrales entre los adolescentes. Una cita de ese especialista reproducida por el portal Sura, y que fue atribuida a la agencia Europa Press, afirma que:

Las nuevas tecnologías y el uso intensivo de estas por parte de los adolescentes están provocando que se activen nuevas zonas del cerebro en detrimento de otras en las que residen la memoria o la capacidad organizativa”.

Y añade lo siguiente:

El abuso de las tecnologías genera otros problemas como el acoso escolar, la violencia o la falta de conciencia sobre la confidencialidad de los datos personales. Este abuso ha generado muchas expectativas en la comunidad médica por lo que pueda pasar en el futuro con la salud de los adolescentes”.

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