Un segundo caso tiene es el que se presentó luego de que la policía disparó contra Linus Phillip, el pasado 23 de marzo, y le ocasionó la muerte después de que él decidió huir cuando lo iban a registrar. Ahora, su familia está reclamando por los derechos de la víctima, como explica el Tampa Bay Times.

Los agentes buscaban pistas sobre las actividades de Phillip y debían inspeccionar su celular. Para esto, tenían una ventana de 48 a 72 horas antes de que el cuerpo fuera entregado a la familia para los servicios fúnebres. Durante ese tiempo, los policías ya habían recuperado el celular pero el cuerpo ya había sido entregado.

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Por esto, durante el funeral, dos detectives pidieron ser llevados al cadáver para poder desbloquear el equipo con la huella dactilar del difunto. Esta actividad es legal pues no hay derecho a la privacidad cuando la persona está muerta. Sin embargo, esto le abre la puerta a un debate ético sobre el manejo de la situación.

(Vea también: El FBI está desbloqueando celulares con huellas dactilares de personas fallecidas)

Un detective de la policía se refirió al tema y dijo que debió existir contacto previo con la familia y la existencia de una orden pues: “la persona muerta ya no tiene potestad sobre sus restos, pero la familia sí…”.