Al hablar en el Congreso Internacional de Astronáutica que se celebra en Guadalajara, Musk mostró su visión de un gigantesco cohete que propulsaría, en este siglo, a hombres y mujeres al planeta rojo.

Tenemos que ir de las misiones de exploración hasta la construcción de una ciudad”,

dijo ante un abarrotado foro en un centro de convenciones.

El empresario mostró un video futurista con sus ideas para crear un sistema de transporte interplanetario basado en cohetes reutilizables, una aldea propelente en Marte y 1.000 naves espaciales en órbita con capacidad para 100 pasajeros cada una.

La nave espacial tendría un restaurante, cabinas, así como películas y juegos de gravedad-cero.

Tiene que ser divertido o excitante. No puede hacerse acartonado o aburrido”,

dijo.

Musk explicó a periodistas que se siente “optimista” de que la primera misión tripulada parta de la Tierra en 2024 para llegar al siguiente año a Marte.

SpaceX planea enviar primero una cápsula cargo Dragon no tripulada en 2018.

El empresario canadiense-estadounidense nacido en Sudáfrica añadió que el proyecto requiere “una gran asociación público-privada”, pero no anunció alianzas con agencias gubernamentales.

El primer vuelo sería caro, pero el objetivo es “hacerlo asequible a casi cualquiera que quiera ir” y así con el tiempo el precio bajaría de 200.000 a 100.000 dólares, dijo Musk.

No puedes crear una civilización autosustentable en Marte si el boleto por persona cuesta 10.000 millones”.

Pero también podría ser mortal.

Costoso y desafiante

Creo que los primeros viajes a Marte serán muy, muy peligrosos. El riesgo de que ocurra una fatalidad será alto. No hay otra (…). Básicamente se tratará de ‘¿estás preparado para morir?’ Si estás de acuerdo, entonces serás candidato para ir”,

expuso.

SpaceX no es la única que contempla viajar a Marte.

La agencia espacial estadounidense NASA, que ha estudiado los efectos de un largo viaje espacial en el cuerpo humano, anunció que planea enviar gente a Marte en los 2030.

Blue Origin, fundada por el dueño de Amazon Jeff Bexos, también vislumbra misiones a Marte pero décadas más adelante.

Pero para los expertos, llegar a Marte -a una distancia media de 225 millones de kilómetros de la Tierra- y vivir ahí exigiría una verdadera proeza de ingeniería y un presupuesto inmenso.

Para John Logsdon, profesor emérito del Instituto de Política Espacial de la Universidad George Washington, la presentación de Musk fue “larga en visión, corta en detalles”.

Musk no detalló cómo conseguirá “los miles de millones de dólares que se requieren para que esta visión sea realidad”, añadió.

El proyecto también enfrenta desafíos técnicos, como la recarga de combustible en órbita, que nunca se ha hecho, ni la construcción de depósitos de combustible en Marte.

Chris Carberry, director ejecutivo de Explore Mars Inc, organización no lucrativa que promueve el objetivo de llevar a humanos al planeta dentro de dos décadas, señaló que una tan solo una misión de tres a seis personas costaría entre 80.000 y 120.000 millones de dólares.

La presentación de Musk es “muy inspiradora, aspiracional, pero creo es un gran desafío ser capaz de conseguir esto en 10 años”.

Pienso que lo más probable es que se envíe una pequeña misión para primero darnos cuenta de si la gente puede vivir en Marte antes de enviar a 100 personas de una sola vez”,

explicó.

Musk dijo que el cohete colocará a la nave espacial en órbita, la soltará y regresará a la Tierra para transportar un tanque de combustible y llevarlo hacia la nave para abastecerla en su camino a Marte. El viaje podría durar unos tres meses e incluso menos de un mes.

Una vez en Marte, los humanos tendrían que instalar una planta de carburante con los recursos en metano del planeta para abastecer la nave y regresar a la Tierra.

Competencia espacial 

SpaceX ha conseguido grandes logros en ingeniería espacial, principalmente el aterrizaje en vertical del Falcón 9, lo que podría reducir costos al hacer cohetes reutilizables.

Blue Origin también ha construido un cohete que aterriza verticalmente y está trabajando en un lanzador de mayor altura llamado New Glenn, pero la firma ahora está enfocada en enviar gente a la órbita baja de la Tierra.

“Queremos que dentro de décadas haya millones de personas viviendo y trabajando en el espacio si así lo desean”, dijo Rob Meyerson, presidente de Blue-Origin.

Con AFP.

 

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