El fabricante estadunidense la tiene clara en su negocio: “Una revolución tendrá lugar en la intersección de la autonomía, la movilidad y la conectividad”, señaló la multinacional durante el Auto Show de Ginebra, Suiza, informó el Financiero de México.

La superficie de la llanta, que por ahora está en etapa experimental, está diseñada siguiendo las características de la piel humana.

Es flexible, puede expandirse y contraerse, indicó la publicación. Posee sensores que advierten al sistema central del vehículo en qué momento cambiar la superficie plana por membranas de agarre para sortear condiciones húmedas de la carretera.

“Para navegar con seguridad en su entorno, los vehículos autónomos del futuro tendrán que aprender a hacer frente a los millones de posibilidades que enfrentamos en los escenarios de conducción todos los días. Para ello necesitarán acceso a los datos y la capacidad de aprender y adaptarse “, afirmó Jean-Claude Kihn, presidente de Goodyear Europa, Medio Oriente y África durante la presentación.

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