El nuevo recorte que hará Microsoft en su negocio de smartphones no gustó ni cinco en Finlandia. Ese gobierno critica a la compañía por comprometerse a mantener el diseño y la producción de la gama de dispositivos en ese país, pero las cosas no han salido como se esperaban y Lumia fue un verdadero fracaso.

“Estoy decepcionado por las promesas (iniciales) que hizo Microsoft”, aseguró el ministro de finanzas finlandés, Alexander Stubb, en una intervención en el parlamento. “Un ejemplo es que el centro de datos no se materializó pesar de la promesa de la compañía”, agregó, citado por Reuters.

Las críticas en contra de la compañía no son en vano. Cuando compró la división de smartphones y demás servicios de Nokia en 2013, incluso, habló de la posibilidad de innovar con un datacenter en su nueva sede en Finlandia.

“La empresa debe cargar con toda la responsabilidad por lo que han hecho despidiendo a la gente”, aseguró, por su parte, el ministro de empleo finlandés, Jari Lindstrom.

Esta semana, Microsoft explicó que Microsoft explicó que esta nueva reestructuración tendrá un costo de unos 950 millones de dólares en sus cuentas, de los que cerca de 200 millones se dedicarán a pagar indemnizaciones a los trabajadores despedidos.

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