Fue Twitter la plataforma en la que se dio a conocer el desafortunado hecho que tuvo que padecer un cliente que compró el más reciente smartphone lanzado por Apple.

Los detalles sobre el suceso no se conocen, pero la foto habla por sí sola: todo parece indicar que su nueva adquisición se cayó al piso y se golpeó con fuerza. Debido a esto, el vidrio protector de la parte trasera del iPhone X quedó totalmente quebrado, lo que descarta de por sí un defecto de fábrica.

Para fortuna de él, si así se puede llamar, a la pantalla y los sensores que se ubican allí no les pasó absolutamente nada. Es decir que el sistema de reconocimiento facial, gran novedad de este celular, seguirá funcionando sin problemas.

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Las reacciones de muchos usuarios no se hicieron esperar. La mayoría de ellos, como es usual en las redes sociales, se burlaron por lo sucedido.

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