La iniciativa aspira a crear programas informáticos capaces de analizar múltiples bases de datos médicos y de estudios científicos, lo que permitiría acelerar y abaratar el proceso necesario para descubrir un nuevo medicamento y lograr la autorización de las autoridades sanitarias, adelantó este miércoles hoy el diario Nikkei.

Para ello, se utilizará el superordenador K Computer, desarrollado conjuntamente por el prestigioso centro estatal nipón y la tecnológica Fujitsu y que en su momento fue el más potente del mundo (actualmente es el quinto), según el citado diario económico nipón.

El proyecto contará con la participación unas 50 empresas niponas y extranjeras, un equipo de un centenar de científicos y una financiación estatal de al menos 2.500 millones de yenes (21,3 millones de euros) procedente de los presupuestos del próximo año.

Entre las compañías japonesas participantes se encuentran las tecnológicas Fujitsu y NEC, así como las farmacéuticas Takeda, Fujifilm y Shionogi o el Hospital de la Universidad de Kioto (oeste).

Con esta alianza, el sector farmacéutico nipón pretende mejorar su competitividad en un entorno global liderado por la estadounidense Pfizer y la suiza Novartis, compañías que invierten en el desarrollo de medicamentos más del doble que sus mayores rivales japoneses.

El proceso de desarrollo de un medicamento suele alargarse una década desde que se descubren componentes activos hasta que éstos se prueban en animales y humanos para verificar su eficacia y su seguridad, y tiene un coste medio estimado de unos 850 millones de euros.