El ministro TIC, David Luna, informó este jueves que la decisión adoptada por la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FFC) de poner fin a la neutralidad de la red limita el Internet libre e igualitario.

“La neutralidad de la red está consagrada en la Ley colombiana desde el año 2011, es por eso que no compartimos dicha decisión”, explicó el Ministro Luna en un comunicado enviado a medios.

Adicionalmente, señaló que el principio de neutralidad de la red asegura que los contenidos y los usuarios sean tratados igualitariamente. Explicó que eliminar la neutralidad de la red pretende beneficiar a quienes tengan mayor capacidad de pago, para que los contenidos puedan llegarles más rápido o de mejor calidad.

“En Colombia continuaremos trabajando por conservar este principio, que permite proteger tanto a los consumidores, como a la libre competencia. Solo el Congreso de la República podría modificar dicha Ley”, concluyó Luna.

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El impacto de la decisión en Estados Unidos

La agencia que regula las comunicaciones en Estados Unidos puso fin este jueves al principio de la neutralidad en la red, que permite que los proveedores de Internet traten de manera equitativa el tráfico, en medio de un enconado debate sobre la libertad en línea.

La FCC, en una votación de 3 a 2, aprobó una propuesta del presidente designado por los republicanos, Ajit Pai, quien dijo que se propone acabar con reglas “torpes” que desalientan la inversión y la innovación.

Uno de los contrarios a la decisión, el demócrata Mignon Clyburn, señaló que la FCC “está entregando las llaves de Internet” a “un puñado de corporaciones multimillonarias”.

La medida, que anula reglas fijadas en 2015 bajo el gobierno de Barack Obama, teóricamente permite a los proveedores de servicios de Internet (ISP) decidir a qué sitios web se podrá acceder y a qué velocidad, lo que podría conducir a la creación de una “Internet de dos velocidades”.

Mientras los partidarios de la propuesta argumentan que fomenta la innovación y la inversión al suprimir pesadas cargas regulatorias, sus críticos sostienen que podría liquidar la “internet abierta” y permitir a las grandes empresas de banda ancha elegir qué personas pueden acceder al tráfico en línea y perjudicar a los consumidores.

Con AFP.