El problema se centra en que al descargar el nuevo ‘paquete’, el sistema está forzando a los usuarios a hacer una restauración del dispositivo.

Esta falla también es conocida como “brickear”, que se traduce en que el teléfono queda convertido en un completo “ladrillo” (brick en inglés), es decir, bloqueado e inutilizable durante la actualización.

La dificultad cobra más fuerza por cuenta de las quejas de cientos de usuarios de todo el mundo a través de Twitter. Según Engadget, los afectados son quienes intentaron actualizar el sistema operativo desde el propio dispositivo, y no desde iTunes.

De acuerdo con Gizmodo, las críticas ahora están dirigidas hacia Apple porque se trata, supuestamente, de la décima actualización de un ecosistema que se considera “maduro”.

La recomendación es tener una copia de seguridad previo a la descarga de la actualización y no realizar el proceso vía OTA (es decir, directamente desde el dispositivo).

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