Según ese medio, las filtraciones de hace varios meses sobre el lanzamiento de un iPhone 7 “aburrido” motivaron a Samsung a presentar su Galaxy Note 7 con prisa y con un objetivo claro: salirle al paso a la compañía de la manzana y quedarse con más terreno.

Con base en esto, los de Corea del Sur asumieron las filtraciones, que ponían por el piso el buque insignia de Apple, como una oportunidad para correr con el desarrollo de su dispositivo y fijarse plazos ajustados que ahora tienen la reputación de la compañía en una fuerte crisis, agrega Bloomberg.

Fue tal el afán de Samsung por ganarle la batalla a su rival, que sus proveedores tuvieron que asumir una presión mayor e, incluso, ajustar horarios para que sus trabajadores durmieran en las oficinas para no perder tiempo en desplazamientos hasta sus hogares.

Posterior al desarrollo, directivos de Samsung vieron las primeras versiones del desarrollo y hasta les ‘echaron flores’ a los trabajadores por las mejoras del dispositivo. Mejor dicho, dice Gizmodo, “si Apple no iba a ofrecer a los consumidores algo emocionante, Samsung sin duda lo haría”.

Sin embargo, y como reza el dicho popular “del afán no queda sino el cansancio”, el corre corre solo le dejó a Samsung los problemas de batería. Como muchos ya saben, varios modelos del Note 7 se incendiaron mientras se cargaban por una falla que consiste en que el cátodo se contacta con el ánodo, agrega ese mismo blog.

El golpe más duro que recibieron los de Corea del Sur fue hace pocos días cuando Estados Unidos ordenó un retiro oficial de cerca de un millón de Notes 7.

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