Así lo sostiene un estudio realizado por la firma financiera Cowen and Co., citado por Wayerless, que responsabiliza a la marca de la manzana de darle un precio demasiado caro a su versión del décimo aniversario del iPhone (1000 dólares en Estados Unidos y entre 4.2 y 5 millones de pesos en Colombia) y hacer que sus clientes miren con mayor deseo las versiones anteriores porque son más accesibles.

Esa situación estaría generando una fuerza de venta no tan alta como esperaba Apple cuando en septiembre presentó al mundo el iPhone X con su tecnología de reconocimiento facial como gran novedad. Recién se lanzó al mercado ese ‘smartphone’, algunos compradores tuvieron que esperar semanas para tenerlo en sus manos pero esos tiempos de espera se están disminuyendo.

“Algunos inversionistas pueden concluir que esto (la reducción de los tiempos de entrega) se relaciona con un mejor impulso de ventas para el iPhone X, pero estamos cada vez más preocupados de que la demanda haya estado por debajo de las expectativas iniciales, ya que los usuarios parecen haber saltado hacia los modelos anteriores del iPhone en lugar de éste”, sostiene el estudio.

Uno de las cifras que más llama la atención del análisis, citada por Bloomberg, es que Apple vendería unos 79 millones de iPhone X entre octubre y noviembre.

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Tal número no se diferencia mucho del que tuvo la compañía con el iPhone 7 hace un año, dispositivo del que vendió 78 millones de unidades en ese mismo periodo.