Con cada vez menos clientes de la telefonía fija, y el crecimiento de las aplicaciones en la telefonía móvil, era cuestión de tiempo para que los delincuentes tradicionales migraran hacia el mundo digital, y puntualmente a la aplicación WhatsApp, que ya cuenta con más de 26 millones de cuentas en Colombia, según datos de la Dijin.

El modo de operación es el mismo de la común ‘llamada millonaria’: contactar a la víctima con una falsa identidad, robar datos personales y utilizarlos para crear historias en las que pueden extorsionarlas, generalmente aprovechando el miedo.

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Un ejemplo real: “Buenas tardes, soy el abogado de su *esposo/hijo/hermano/padre*, que está detenido en el búnker de la Fiscalía por un supuesto robo, deben pagar X millones de fianza para que no lo lleven a la cárcel. Por favor saque los objetos de valor y el dinero que tenga en casa urgente para poder llevarlo a la Fiscalía”.

Según el general Jorge Luis Vargas, director de la Dijin, citado por CM&, los delincuentes toman fotografías y datos publicados en redes sociales y los utilizan para producir chats falsos en aplicaciones como Fake Chat y Jazzy, y luego contactar a los allegados de la víctima.

Las autoridades recomiendan:

  • Descargar las aplicaciones directamente de las tiendas oficiales, e instalar las versiones más recientes disponibles
  • Configurar sus redes sociales con privacidad, para que solo sus contactos de confianza accedan a sus datos
  • Antes de acceder a las peticiones de los delincuentes, contacte al usuario afectado, o comuníquese con la Policía.
  • Y por supueso, denuncie

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