Se acabaron los rumores y, tal y como se había filtrado en algunos de ellos, la nueva Xbox One S es mucho más delgada, con un diseño mejorado y mucho más barata: 299 dólares.

Entre las características del dispositivo se destaca su almacenamiento de 500 GB, 1 TB y 2 TB, y su control que cuenta con mejor agarre, acabados de goma que refuerzan las empuñaduras, según The Verge.

El lanzamiento oficial se dio durante la conferencia de Microsoft en el evento más importante de videojuegos del mundo, en Los Ángeles.

Según Engadget, otra de las fortalezas de esta consola es que trae su fuente de alimentación 100 % integrada, es decir, los ‘gamers’ le podrán decir adiós a las fuentes externas y al ruido de la consola en reposo.

Así mismo, Kinect perderá importancia en esta consola, entre otras cosas, porque el puerto original le dice adiós en esta versión. En su reemplazo, Microsoft ofrecer un adaptador USB para usar la barra sensora de la forma acostumbrada.

En este video de The Verge se muestra la apariencia y diseño de la nueva Xbox One S.

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