El tomar una propiedad en arrendamiento no es una mala idea teniendo en cuenta el aumento de los precios de los bienes raíces en los últimos años, en parte debido al acelerado crecimiento de las ciudades.

La decisión de arrendar o comprar, de igual manera, debe ser tomada teniendo en cuenta la situación y estilo de vida de cada persona, evaluando las posibilidades antes de aventurarse, indica Forbes.

Al comprar una vivienda, la persona incurre en un crédito hipotecario: una parte lo que se abona al capital y la otra la que va al pago de intereses. Mientras que si se arrienda, el pago mensual completo va únicamente para este propósito. Por lo tanto, si lo que usted paga mensualmente por la renta es menor al crédito, es mejor revaluar la posibilidad de embarcarse en adquirir casa propia.

Forbes explica que hay un indicador llamado ‘Price to rent ratio’, el cual indica si es mejor (en términos económicos) arrendar o comprar una vivienda. Esta variable consiste en dividir el precio de venta del inmueble entre la renta [arriendo] anual del mismo. Si el resultado es mayor 20, es mejor rentar que comprar, si es menor a 15 es lo opuesto. Si se da el caso de que sea entre 16 y 19, la persona deberá evaluar otros aspectos como el tiempo que planea quedarse allí, los intereses del crédito hipotecario, etc.

Para ejemplificar esto: Si una propiedad vale 40.000.000 de pesos, y el arriendo mensual está 350.000 pesos, dará un ‘ratio’ de 9,52, lo que indica que es mucho mejor comprar que rentar el inmueble.

Si bien esta es una buena manera de saber qué tipo de adquisición de vivienda es más efectivo, no es una ciencia exacta y sigue moviéndose de acuerdo con distintos factores: la situación familiar, la plusvalía posible del inmueble, el monto de enganche y tasas de interés de los créditos, entre otros.

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