Unos 20 altos mandos chinos y surcoreanos de Samsung hicieron el acto simbólico en la ciudad de Shijiazhuang (China), en el marco de una reunión con distribuidores, el pasado 29 de octubre.
Pese a la arrodillada, que buscaba resarcir en parte toda la polémica que han generado los muchos dispositivos fabricados por esa compañía que han explotado en los últimos meses, el gesto no fue muy bien recibido por algunas personas en la superpotencia asiática, informa Quartz.
Esta es la foto del momento exacto de la arrodillada:
La molestia se dio, en gran parte, por motivos culturales: en China, el gesto de arrodillarse se hace únicamente cuando se quiere hacer un homenaje a los padres u honrar a los dioses y cuando hay una extrema desesperación.
Ahora podemos decirle adiós a Samsung. Nosotros nos arrodillamos frente a nuestros padres, maestros, héroes, mártires, nuestros ancestros virtuosos, ¿cuál es el propósito de arrodillarse? No puedo aceptar esto en mi corazón”, dijo un usuario de la red social Weibo.
En ese sentido, parece que la acción de los ejecutivos sí es coherente: deben estar totalmente desesperados, porque llevan mucho tiempo inmersos en la crisis, y no se ve que puedan salir pronto de ella.
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