Como dio a conocer el medio japonés Nikkei Asian Review, en los próximos tres meses, posteriores a enero, bajará en un 50 % la producción de este modelo, y se recortarán de esa manera más de 40 millones de unidades que se ensamblaron para su lanzamiento en noviembre pasado.
Según ese medio, la compañía de la manzana ya le notificó a sus distribuidores que decidió reducir la cantidad a 20 millones de dispositivos. Esto se debe al ritmo lento de ventas en épocas como Navidad y en lugares principales como Estados Unidos, Europa y China. Una de las razones es el precio de lanzamiento de 1.000 dólares, que es consecuencia de usar componentes más caros como la pantalla OLED.
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El mismo medio señala que la distribución de componentes fue una de las causas que evitó que Apple diera abasto con la cantidad de unidades de iPhone X que fueron solicitadas los primeros días luego de su lanzamiento. Hoy en día, sin una confirmación oficial de parte de la compañía al medio japonés, se ha podido conocer que los inventarios han llevado a que los tiempos de producción disminuyeran.
Este recorte de unidades tendrá un impacto en las empresas que se encargan de crear todos los componentes de alto funcionamiento que arman el teléfono, como por ejemplo Murata Manufacturing, que se encarga de hacer los circuitos eléctricos.
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