Así lo estableció el informe del Observatorio de Ciberseguridad de América Latina y el Caribe, que además advierte que la gran mayoría de los países de la región aún no están preparados para contrarrestar la amenaza de esa actividad ilegal.

Los datos los ofrece Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y agrega que, en el caso de América Latina y el Caribe, este tipo de delitos cuestan unos 90.000 millones de dólares al año.

Con esos recursos “se podría cuadruplicar el número de investigadores científicos de la región”, compara Moreno, citado en un boletín de presa de Corferias (en donde se realizará la Feria Internacional de Seguridad, entre el 17 y el 19 de agosto próximo), enviado por correo electrónico.

“Los latinoamericanos cada vez más adoptan las nuevas tecnologías con beneplácito, evidenciando que son el cuarto mayor mercado móvil, pues la mitad de la población usa Internet y los gobiernos emplean cada vez más medios digitales para comunicarse y brindar servicios a los ciudadanos”, agregó Moreno de acuerdo con el despacho.

Pese a ese panorama, el presidente del BID advirtió que aún falta fortalecimiento en materia de prevención y mitigación de los riesgos frente a la actividad delictiva en el ciberespacio.

Según Moreno, cuatro de cada cinco países no tiene estrategias de ciberseguridad o planes de protección de infraestructura crítica. Además, “dos de cada tres no tiene un centro de comando y control de seguridad cibernética y la mayoría de las fiscalías carece de capacidad para perseguir los delitos cibernéticos”, agregó Moreno, citado en el comunicado.

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