Brian Krzanich, presidente de la tecnológica Intel, dice que el paso siguiente a que un auto se conduzca a sí mismo, sin intervención humana, es la interacción que habrá entre los pasajeros y cómo usarán el tiempo que antes empleaban en conducir o en no distraer al piloto.

Para suplir esta necesidad, Intel anunció una colaboración con la compañía de entretenimiento, Warner Bros. “para desarrollar experiencias inmersivas dentro de los vehículos autónomos”.

Dicha experiencia se conoce como AV Entertainment Experience (experiencia de entretenimiento en vehículos autónomos) y para ello se lleva a cabo un programa piloto con una flota de 100 vehículos de prueba.

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El auge de la industria de la conducción autónoma generará uno de los mayores aumentos del tiempo disponible para el entretenimiento de los consumidores que se haya visto en mucho tiempo. A medida que los ocupantes de los vehículos cambien de conductores a pasajeros, aumentará el tiempo que pasan conectados a sus dispositivos, incluyendo el tiempo que se utiliza para la reproducción de videos.

De hecho, encuestas recientes sobre transporte indican que los estadounidenses promedio pasan más de 300 horas al año detrás del volante.