El mercado de ese país es dominado por Huawei, Vivo y Oppo, tres compañías chinas, por eso las dos marcas extranjeras, que dominan el mercado mundial, tienen el desafío de imponerse ante los competidores locales.

Por eso, el lanzamiento del nuevo iPhone 7 es clave para Apple en su intención de conquistar a los consumidores chinos. Por su parte Samsung sufre las consecuencias de los problemas de batería del Galaxy Note 7, y ha tenido que revisar 2.5 millones de celulares.

Según la consultora IDC, las ventas del modelo de Apple cayeron un 32 % en ese país entre abril y junio de este año. Mientras que las marcas chinas van viento en popa gracias al orgullo nacional por el ‘made in China’, aseguró a AFP Neil Mawston, de Strategy Analytics.

La gran ventaja de los fabricantes chinos sigue siendo el precio, como en el caso del Huawei P9, un teléfono con características similares al iPhone 7 pero que cuesta la mitad de precio.

Además, a principios de este año Apple lanzó sus servicios iTunes Movies y iBooks pero fueron bloqueados por el gobierno chino, Samsung tuvo dificultades similares, indicó La Nación de Argentina.

Mientras Vivo, que forma parte de BKK Electronics, la misma compañía propietaria de Oppo, le apuesta al marketing y a una amplia red de distribución que llega hasta las ciudades más pequeñas de China.

 

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