Aunque la publicidad bombarda a diario nuestros ojos con comerciales en los que se afirma que no hay nada mejor que los jabones antibacteriales, lo cierto es que su uso puede ser incluso peligroso.

Una de las principales razones por las que es mejor utilizar jabones comunes que antibacteriales es que estos últimos pueden hacer un efecto inverso, es decir, que las bacterias se vuelvan inmunes a sus componentes, informó Washington Post.

Los jabones antibacteriales contienen un ingrediente llamado triclosán y cuando las bacterias están expuestas a este, pueden someterse a mutaciones genéticas. Estas mutaciones permiten que se vuelvan inmunes al triclosán y otros ingredientes antibacteriales.

Aunque la publicidad bombardea a diario nuestros ojos con comerciales en los que se afirma que no hay nada mejor que los jabones antibacteriales, lo cierto es que su uso puede ser incluso peligroso.

Este viernes, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Los Estados Unidos, anunció que prohibirá el uso de 19  ingredientes comunes utilizados en los jabones antibacteriales, tales como el triclosán y el triclocarban, presente tanto en jabones líquidos, como en jabones de barra y geles antibacteriales.

Aunque muchos crean que estos jabones son más efectivos, según varias investigaciones, pueden afectar la salud a largo plazo y su uso constante, puede incluso causar el efecto inverso y hacer que las bacterias se vuelvan inmunes a sus componentes.

En 2013, la FDA también lanzó la hipótesis de que jabones antibacteriales podrían tener efectos hormonales y ambientales, dando una advertencia que sigue vigente.

Con esta advertencia, grandes marcas como Johnson & Johnson han empezado a tomar las medidas necesarias para eliminar estos componentes de sus productos.

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