Aunque en un principio, su uso ayuda a fortalecer los músculos de los tobillos, a largo plazo estos se ven afectados y se empiezan a debilitar, además de afectar la estabilidad y la fuerza en la zona, que con el tiempo se van perdiendo, informó Medical Daily, basándose en un estudio llevado a cabo en la Universidad de Carolina del Norte.

La posición inestable y elevada del tobillo lleva a que con el tiempo se desarrollen molestias que pueden afectar varias partes del cuerpo.

Estas son las zonas del cuerpo más afectadas según registros médicos.

Dolor en las articulaciones

Usar tacones impide que el pie rote naturalmente y se mantenga rígido. Esto puede llevar a un dolor intenso en las articulaciones y un aumento en el desarrollo de los síntomas de la artritis, de acuerdo con la Asociación Americana de Cirujanos Ortopédicos.

Espalda

La curva normal de la espina dorsal es similar a la de una ‘s’ y funciona para absorber el ‘shock’ y reducir el estrés presente en las vértebras. El uso de tacones causan que el cuerpo se desplace hacia adelante, cambiando la postura y aumentando el dolor.

Postura

Su uso a largo plazo afecta desde la anatomía, la postura y el balance, hasta el tamaño de los músculos y tendones. Según registros, los músculos pueden disminuir su tamaño, mientras que los tendones se pueden agrandar.

Uñas dañadas

Como casi todos los tacones son puntiagudos, los pies deben hacer presión entre ellos y las uñas están en contacto directo con el zapato, causando que dejen de crecer o que lo hagan sin forma, además también se cambia la forma del pie y la textura de la piel, informó Business Insider.

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