El nuevo fármaco, elaborado por expertos de Institutos Nacionales de Salud (NHI) de Bethesda (Washington), representa un avance en el campo de los trasplantes de órganos y tejidos entre diferentes especies, conocidos como xenotrasplantes.

Para su estudio, los científicos administraron el nuevo tratamiento, que actúa como un supresor del sistema inmunológico, a babuinos a los que trasplantaron corazones de cerdo.

Con este fármaco, explican sus responsables, lograron alargar la vida de los primates hasta una edad máxima nunca alcanzada hasta ahora.

El corazón del cerdo implantado, precisan los expertos, no sustituyó al del mandril, sino que fue conectado a su sistema circulatorio, una técnica con la que le permitieron que latiera durante más de dos años.

La comunidad médica confía en que los xenotrasplantes puedan algún día ser una realidad para los pacientes humanos, lo que contribuiría a atajar la escasez existente de órganos y tejidos.

Una de las principales dificultades con la que se han topado los investigadores es la fuerte resistencia que presenta el sistema inmunológico ante la presencia de un órgano o tejido extraño, lo que provoca rechazos al trasplante.

En los últimos años, se han aplicado diferentes tratamientos para tratar de subsanar esta situación.

Entre otros, los expertos han modificado los genes del órgano o tejido del donante que están asociados con la respuesta inmunológica del individuo receptor, al tiempo que han desarrollado fármacos que anulan hasta cierto punto el sistema de defensa.

Los investigadores del NHI, liderados por el científico Muhammad Mohiuddin, recurrieron para sus experimentos a un grupo de cerdos donantes cuyos corazones habían sido sometidos a tres modificaciones genéticas.

Esto propició un incremento de la tolerancia inmunológica en los animales receptores, que en este caso se trató de unos parientes cercanos de los humanos.

Además, mejoraron esa técnica con la aplicación de un tratamiento que contempla la administración de un cóctel de anticuerpos y fármacos denominado ‘2C10R4 anti-CD40’, con el que controlaron la reacción del sistema de defensa inmunológica de los babuinos.

Los corazones de los cerdos trasplantados en cinco primates sobrevivieron mientras a los receptores se les mantuvo bajo este nuevo tratamiento.

De media, los nuevos órganos sobrevivieron 298 días, mientras que el más longevo llegó a los 945 días, destaca el informe.

La siguiente fase en esta investigación, adelantan los científicos, prevé que este tratamiento, denominado ‘inmunomodulatorio’, se aplique en babuinos cuyos corazones hayan sido sustituidos por los de cerdos modificados genéticamente.

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