Se trata de un sostén que cuenta con “un software que monitorea y registra, a través de dos sensores infrarrojos, la temperatura de cada seno; la información se almacena en un archivo para procesarla y analizarla posteriormente”, de acuerdo con la explicación que da el sitio web de la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Colombia.

Las estudiantes María Camila Cortés y María Jaramillo trabajan en coordinación con el profesor Jorge Hernán Estrada, director del proyecto de investigaciones de redes de distribución y potencia, quien entrevistado por CNN en Español explicó que:

En una mujer sana la termodinámica de ambos senos debe ser idéntica. Cuando existen células malignas éstas piden más sangre y más oxígeno y aumenta la temperatura de la región, lo que indica que hay un desbalance”.

Y agregó:

Un seno con comportamiento diferente al de su compañero puede indicar que está iniciando un proceso que debe ser investigado más a fondo por el médico”.

Esta alteración y diferencia entre un seno y otro es precisamente la que permitiría detectar la prenda, a través de la tecnología señalada, y que está siendo perfeccionada en ese centro universitario.

Así luce el prototipo del brasier que quiere ser comercializado masivamente y a precios bajos que lo pongan al alcance de todas las mujeres que quieran usarlo.

Para realizar su proyecto las estudiantes analizaron datos y midieron la temperatura de los senos de un total de 189 mujeres, dentro de la primera y segunda fase del mismo, celebradas en junio y noviembre de 2015.

La muestra estaba conformada por 166 mujeres totalmente sanas, 12 con algún tipo de mal en los senos (distinto al cáncer), 4 mujeres con cáncer y 7 con masectomía. La comparación entre los datos de las mujeres sanas y las que tienen cáncer les permitió a las estudiantes adelantar las primeras conclusiones.

La idea es que el uso de este brasier en las mujeres que decidan usarlo sirva de complemento al autoexamen que todas deben realizarse periódicamente, así como al control anual con el especialista.

No buscamos reemplazar el oficio del médico. Con el desarrollo de esta técnica pretendemos servir como medio de prevención para detectar el cáncer de mama”,  señaló María Jaramillo González, una de las estudiantes.

Agregó que “el proyecto a mediano plazo es desarrollar y comercializar un brasier electrónico, práctico y asequible para cualquier mujer” y que esperan contar con el apoyo del Instituto Nacional de Cancerología de Bogotá para ampliar el espectro de la investigación.

Por estar aún en fase de desarrollo, el brasier tecnológico todavía no ha salido a la luz pública ni puede ser comercializado.

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