La denominada ‘Pelea del siglo’ cumplió con todas las expectativas. Ninguna de las personas que asistieron al T-Mobile Arena exigió un reembolso.

Se vio una lucha entretenida y después de cada asalto el público estaba con los nervios a flor de piel. McGregor en su presentación no ganó, pero les devolvió la magia y las emociones a todos los amantes del boxeo; aguantó hasta el décimo asalto contra el campeón y tal vez uno de los mejores boxeadores de la historia Floyd Mayweather.

En los primeros tres asaltos McGregor era el que tomaba la iniciativa en el combate, conectando algún golpe en el rostro del boxeador de 40 años, golpes, que sorprendían al público de las vegas y a los expertos que en la previa a la lucha decían que el irlandés no duraría ni un asalto frente a Mayweather.

Después del cuarto Asalto se vio que la experiencia pesa más que cualquier cosa, Mayweather demostró las habilidades que tiene en este deporte, mostrándose analítico, ágil, calculador y lanzando uno que otro golpe para ver las debilidades que tenía McGregor. Ya en la mitad de los 12 Asalto el físico le empezó a pasar factura al único campeón en dos categorías diferentes en la UFC, McGregor ya no lanzaba los golpes de la misma manera y se dedicaba más a abrazar a su oponente y aguantar.

En el séptimo asalto se vio por qué Mayweather tenía una racha invicta de 49-0 en el boxeo. Comenzó con una ráfaga de golpes y un derechazo limpio que conectó con el mentón del irlandés de 29 años, que no era capaz de responder a los  ataques.

Se veía muy agotado, jadeando y desesperado. Muchos espectadores pensaban que no pasaría del octavo asalto, pero no fue así. Aguantó y llegó al noveno contra todo pronóstico. McGregor seguía de pie, esquivando los golpes y apoyándose en las cuerdas del cuadrilátero, demostrando que en su estreno como boxeador iba a dar lo mejor de él. Pero todo terminó en el décimo asalto: una combinación de golpes que conectaron al irlandés, incapaz de defenderse, hizo que el réferi tomara la decisión de detener la pelea y darle la victoria por un nocaut técnico a Mayweather.

McGregor fue a un terreno diferente al que está acostumbrado; aceptó una pelea que él sabía que era muy difícil de ganar. Por lo visto en el cuadrilátero para McGregor fue la pelea más larga y más desgastante en sus años de luchador, pero el irlandés logró que Mayweather, uno de los boxeadores más odiados, saliera ovacionado por el público y ganándose el respeto de millones de personas en su retiro definitivo como profesional del boxeo.

Floyd Mayweather se llevó la pelea y se va como una leyenda, con un legado envidiable (50-0, 27 nocauts), pero McGregor no se rindió; dio la cara ante uno de los mejores boxeadores de la historia, se dejó el alma y la vida en cada golpe, demostrando que es un guerrero. Se ganó el respeto de todo el mundo que pudo disfrutar con esta pelea. Conor McGregor es también una leyenda.

LO ÚLTIMO