La semana pasada se dio a conocer en Internet un video en el que Jhon Jairo Velásquez, alias ‘Popeye’, se enfrentaba a un par de mujeres que le gritaron asesino. En el video, que hacía parte de un reportaje que estaba realizando un canal chileno, se puede ver cómo el exsicario de Pablo Escobar toma fotos con su celular a una de las mujeres e indica que son “para tenerla ahí para la inteligencia, porque eso son enemigos futuros”.

Gran parte del país, como es apenas lógico, rechazó la forma como ‘Popeye’ reaccionó frente a las completamente ciertas acusaciones de estas mujeres. Sin embargo, como lo deja ver el video, no todos están en desacuerdo con su forma de actuar (que es lo más triste de toda esta situación).

Para mí, lo más lamentable que muestra este video es que, minutos antes de que las valientes mujeres llamaran a este tipo por lo que es, un hombre tuvo la brillante idea de pedirle una foto. Sí, aunque no lo crean y por inverosímil que parezca, una persona vio a ‘Popeye’ en la calle y creyó que sus asesinatos y sus crímenes eran lo suficientemente destacables como para tomarse una foto con él.

En serio, ¿qué se puede esperar de un país en el que existen personas que admiran a un asesino como este (asesino porque ha matado y él mismo lo dice con orgullo) y consideran que es un orgullo posar al lado de ellos? ¿Cómo es posible que, después de leer con detalle el tatuaje de ‘Popeye’, que dice ‘El general de la mafia’, alguien tenga tanto estiércol en la cabeza y considere que ese es un momento que quiere recordar y guardar en una imagen?

Y no soy solo yo quien piensa eso. Es más, si ven el video, van a escuchar al narrador chileno diciendo que, “a pesar de  todo, algunos aún respetan y admiran la figura de Pablo Escobar y de Jhon Jairo Velásquez”. Lastimosamente, tienen toda la razón.

Que este despreciable personaje actúe de la forma como lo hizo no es sorprendente. Que él salga con orgullo a decir que ha cambiado porque ahora solo les tomó una foto a las mujeres que lo insultaron, mientras que antes les dijo que “por esto les disparaba en la cabeza”, es normal en un enfermo mental como él.

Pero que una persona, después de conocer todas las atrocidades que ‘Popeye’ realizó, considere que tomarse una foto con él es una buena idea, eso no lo entiendo. No me cabe en la cabeza que la gente siga idolatrando a personas que lo único que han hecho es generar violencia, muerte y tragedia.

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