Ante los resultados electorales del pasado 19 de febrero para la presidencia del Ecuador, se tendrá que ir a una segunda vuelta el próximo 2 de abril, porque a pesar de la maquinaria oficialista del presidente Rafael Correa, su candidato Lenín Moreno no logro el 40% de los votos que lo convertían automáticamente en presidente y, aunque le sacó más de 10 puntos a su rival Guillermo Lasso, eso no sirve por ahora para seguir el continuismo del proyecto nefasto del socialismo del siglo XXl.

De acuerdo a los resultados del Consejo Nacional Electoral del Ecuador, escrutado el 98,54% Moreno obtiene el 39,33 y Lasso 28,18. Lo que indefectiblemente lleva a un balotaje, que perfectamente podrá ganar el candidato opositor.

Rafael Correa actual presidente de Ecuador y que sigue las orientaciones de esperpento del foro de Sao Paulo, ha sido un admirador furibundo del difunto Hugo Chávez, quien entendía la integración latinoamericana como una forma de revivir a la Unión Soviética en la región, porque el orate venezolano era un nostálgico de la guerra fría, que en su paranoia comunista le parecía increíble que la URSS hubiera desaparecido, y se creía un iluminado que en sus delirios buscaba rebrotar esa unión de naciones bajo la egida del comunismo totalitario.

El sátrapa de Fidel Castro desde el comienzo de la revolución cubana conspiró en contra de los gobiernos latinoamericanos, ayudando a crear más de 26 guerrillas en 13 países de las cuales lograron sobrevivir las bandas terroristas de las Farc y Eln en Colombia. Una de ellas está en proceso de desmovilización en la actualidad y la otra se encuentra en negociaciones precisamente en Quito-Ecuador.

El tirano cubano al no lograr mucho éxito con las guerrillas para tomarse el poder en los diferentes países, al amparo del foro de Sao Paulo diseñó en 1990 junto a Lula Da Silva una estrategia política y social para lograr sus objetivos y derrotar a las democracias liberales.

Entonces mediante elecciones, levantamientos populares y militares se conspiraría para alcanzar el poder en los distintos países, y es así como Rafael Correa fue el resultado de un levantamiento encabezado por los indígenas que derrocó en abril de 2005 al presidente Lucio Gutiérrez. No se puede olvidar que el maniático de Hugo Chávez en Venezuela propició una intentona golpista en febrero de 1992, siendo en ese momento un teniente coronel que quería derrocar al presidente constitucional Carlos Andrés Pérez.

Ese hilo conductor nos sigue llevando a los diferentes levantamientos cocaleros en Bolivia dirigidos por Evo Morales, que en el 2003 fueron en contra del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, lo que posteriormente condujo a la presidencia boliviana al dirigente cocalero. A ello hay que agregar que mediante protestas populares en el 2001 fue depuesto en Argentina el presidente, Fernando de la Rúa, lo que encarriló al kirschnerismo para que se tomara el gobierno siendo ese movimiento proclive al neomarxismo.

También no se puede ignorar que Ollanta Humala durante el gobierno de Alberto Fujimori en el Perú, realizó un levantamiento militar el 29 de octubre del 2000; el golpista peruano fue posteriormente presidente en el país inca. Todas esas acciones fueron orquestadas por el foro de Sao Paulo y tenían la impronta perversa de Fidel Castro, y para Colombia con unas guerrillas marxistas-leninistas que practican el terrorismo como credo, al no alcanzar la toma del poder por la vía armada diseñaron procesos de paz, que buscan tener una especie de cogobierno, que pone a las puertas de la conquista del poder al comunismo totalitario.

Con base a lo anterior, el partido de Rafael Correa que gobierna la hermana república del Ecuador, continuando con las directrices castrochavistas busca la perpetuidad en el poder, ya que el marxismo en su superstición considera que sus elites están predestinadas para dominar a los demás mortales y someterlos a sus instintos insanos, de ahí que si hay que hacer fraude y torcer la voluntad popular, no importa, porque como decía un jefe comunista antes de la guerra civil española “las elecciones sirven pero si las ganamos”.

Por eso en Ecuador se demoran varios días para dar resultados oficiales definitivos, cuando en 1979 con el retorno al sistema democrático luego de una década de dictaduras, en las elecciones en que fue elegido Jaime Roldós Aguilera a la tres horas se sabía quién era el ganador, lo que pasa es que el comunismo por su anacronismo e irracionalidad busca envilece a los pueblos.

El pueblo ecuatoriano debe estar con los ojos abiertos, porque frente al comunismo totalitario hay que defenestrar al socialismo del siglo XXl, que es una maldición para las naciones latinoamericana y cuya versión en el país hermano es el correismo, ya que el primer mandamiento del marxismo es llevar la miseria a las masas como condición necesaria para consolidar las dictaduras totalitarias, y como ejemplo tenemos a Cuba y Venezuela, por ello en una segunda vuelta hay que unir las fuerzas anti- foro de Sao Paulo a donde pertenece el partido oficialista Alianza País.

En la segunda vuelta en Ecuador el 2 de abril, la oposición tiene que resistir las confabulaciones y acechanzas del castrochavismo o marxismo-leninismo, que mediante guerra sucia en primer lugar tratará de evitar esa segunda vuelta, o utilizara el fraude para que su candidato Lenín Moreno no salga derrotado.

La candidata del Partido Social Cristiano, Cynthia Viteri, que alcanzó el tercer lugar con más del 16%, anunció su respaldo a Guillermo Lasso del movimiento CREO, desde el 19 de febrero después de las elecciones. De la misma manera hay que convocar al resto de candidatos que participaron en las presidenciales, para organizar una gran cruzada en contra del socialismo del siglo XXl.

En Ecuador se está jugando parte del futuro de América Latina en contra de la esclavitud que encarna el foro de Sao Paulo, que es el fondo político de la corrupción de la empresa brasileña Odebrecht, utilizada por Lula Da Silva para comprar y corromper gobiernos, y llevarlos a la cáfila del socialismo del siglo XXI.

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