Y a juzgar por su primer episodio, la nueva generación de ‘Francisco, el matemático’ parece ir en ese sentido: redes sociales, acosadores, matoneo, abuso sexual, drogas… suicidio.
De hecho, el emotivo e impactante final del capítulo mostró que esos problemas que viven los adolescentes no se pueden subestimar. Todo lo contrario.
Es cierto que el ‘rating’ no trató muy bien al nuevo ‘Francisco, el matemático’. Pero eso no es un indicador de calidad. ‘Yo me llamo’, su competencia, apela a sentimentalismos fáciles de digerir: una fórmula que si bien es popular, también es mediocre y efectista. Ya hemos visto eso muchas veces.
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Esto plantea un reto para el nuevo ‘Francisco, el matemático’ (y para las audiencias), que en parte depende de otro obstáculo de entrada: la primera serie, la de 1999, marcó a una generación de colombianos que ahora superan los 30 años.
Seguramente, con base en ese precedente, muchos se dispondrán a ver la nueva producción con mucha prevención, o incluso con escepticismo.
Por eso, lo que sigue es ver cómo el ‘Francisco’ 2017 logrará enganchar a esas audiencias que fueron adolescentes en 1999 y a los que ahora son adolescentes.
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