Solo basta comparar lo que dijo en la Feria del Libro de este año, ante un auditorio lleno, con lo que dijo en la Feria del Libro de 2015, ante un auditorio lleno, y con lo que dijo en la Feria del Libro de 2014, ante un auditorio lleno, y con lo que ha dicho desde hace más de 15 años.

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“Colombianos: a robar, a extorsionar, a secuestrar, a matar, a volar torres eléctricas, a sembrar minas, a dinamitar oleoductos, a traficar con coca, que la impunidad es la reina de Colombia. Ha quedado establecida aquí para lo sucesivo la justicia transicional, la herencia que nos deja el gran bellaco”, (Feria del Libro, 2016).

“Colombianos: maten, roben, extorsionen, violen, secuestren, que el anticuado concepto del delito aquí desapareció. Somos una potencia emergente, somos la revolución jurídica, somos la vanguardia del planeta”, (Feria del Libro, 2015).

“Maten, roben, extorsionen, destruyan, secuestren, pero eso sí, háganlo a cabalidad para que se queden con lo que queda de Colombia”, (Festival Iberoamericano de Escritores, 2000; fuente: El Tiempo)

“Pastrana: de candidato fuiste a los Llanos a abrazar a Tirofijo para ganar las elecciones, y de presidente le entregaste el Caguán desde donde, protegidos y a salvo, los criminales de las Farc pudieran atacarnos”, (Feria del Libro, 2016).

“Andrés Pastrana, para hacerse elegir, fue a los Llanos a abrazar a Tirofijo y ya electo le entregó el Caguán para lo convirtiera en su bastión desde donde nos atacara”, (Feria del Libro, 2015).

“¿O Pastranita, el culicagado presentador de televisión del que también fuiste ministro y que le entregó a las Farc el Caguán? […] ¿Por qué fuiste Ministro de Hacienda de Pastranita, si este llegó a la presidencia abrazando a Tirofijo y luego le entregó el Caguán? “, (Feria del Libro, 2014).

Algunos dirán que Vallejo siempre dice lo mismo porque las infamias del país siguen siendo las mismas. Pero, si es así, no sería necesario volver escucharlo, sino remitirse al mismo Vallejo que hace 16 años, como ahora, despotricaba contra los gobiernos, la Iglesia, Dios, el papa, Fidel Castro… O verlo en el documental ‘La desazón suprema’, con el que el cineasta caleño Luis Ospina lo retrató en 2003 y que al menos muestra al escritor en facetas distintas a la del provocador.

Vallejo es un gran escritor, pero con sus repetitivos discursos, que renacen en cada Feria del Libro, parece que estuviera más interesado en ganarse un aplaudo fácil para que sus seguidores salgan en bandada a comprar sus libros.

De hecho, esa imagen de viejo  irreverente contrasta con dos que he visto de Vallejo: la del ‘obrero’ que después de dar un discurso tiene que pasar horas firmando libros, atendiendo las obligaciones de su editorial.

Eso confirma que el de los discursos incendiarios es un personaje que él mismo construyó. Vallejo, incluso, acepta que ese personaje existe. Es lo que se puede leer en la contraportada de su libro ‘El don de la vida’, lanzado en 2010:

— Pero dígame una cosa, maestro: ¿cuando usted dice ‘yo’ en sus novelas es usted?

— No, es un invento mío. Como yo. Yo también me inventé.

Pero después de un tiempo ese personaje cansa.

Discursos de Vallejo

Feria del Libro 2016

Feria del Libro 2015

Feria del Libro 2014

Encuentro Iberoamericano de Escritores, 2000

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