El Real Madrid cerró su pretemporada con muchas dudas a nivel colectivo e individual. Jugó cuatro partidos con un balance de tres derrotas (Manchester United, Manchester City y Barcelona) y una victoria (Estrellas de la MLS).

Las sensaciones eran que el equipo estaba jugando muy mal, no tenía manejo en el centro del campo, no daba tres pases seguidos, y lo que más le criticaron fue la falta de gol. Esto género que se señalara a jugadores, al técnico por las bajas del equipo (Morata, James, Mariano), incluso se planteó entre la hinchada madridista la venta de Bale y Benzema.

Pero el Real Madrid demostró en Skopie que nunca lo pueden dar por muerto. Se jugaba la Supercopa de Europa frente al Manchester United de José Mourinho.

Los dirigidos por Zidane volvieron a dar su mejor versión, recordando esa mágica noche de Cardiff, derrotando al actual campeón de la Europa League por 2-1 y levantando al cielo de Skopie el trofeo que por segunda vez consecutiva los proclama como el mejor equipo de Europa.

Luego vino el duelo frente al eterno rival, el Futbol Club Barcelona, un partido que siempre esta plagado de morbo por lo que representan estos dos clubes. Pero una vez más se vio que el Real Madrid está en su mejor momento en los últimos diez años. Con un juego de ensueño y una solidez tanto defensiva como ofensiva, los ‘Merengues’ ganaron el partido por 3-1 en el Camp Nou, demostrando que hoy en día existe una gran diferencia entre el Real Madrid y el resto de clubes.

Jugadores como Isco y Asensio han demostrado que no quieren ser la alternativa en el Real Madrid; han demostrado que están listos para ser parte del once titular.

Su clase y su magia maravillaron tanto, que hasta los mismos hinchas del Barcelona se rindieron a los pies del Malagueño y el marroquín. Se han consagrado como futbolistas de élite. Ya no son promesas del fútbol. En un futuro serán los que, junto a Neymar, luchen por el máximo trofeo a nivel individual: el balón de oro

Zidane volvió a demostrar por qué merece el premio a mejor entrenador del mundo, gestionando la plantilla de una manera única. Lo único que se le puede reprochar al francés es: ¿por qué seguir apostando por Bale y Benzema? La mayoría sabemos que son jugadores muy irregulares. Por un lado, Benzema juega tres o cuatro partidos de una manera espectacular, pero luego desaparece ocho. Por otra parte, los que me conocen saben que soy muy ‘ProBale’, pero creo que el ‘potro de Gales’ ha perdido la motivación en el club blanco. Ya no se le ven ese brillo y esas ganas de demostrar que puede ser el heredero de Cristiano.

Jugadores como Asensio, que llevan menos tiempo que el galés, le han pasado por un lado, y a Bale no se le ven las ganas de pelear por demostrar la clase de jugador que es.

Esta plantilla ya está en los libros de historia del fútbol moderno: ha ganado siete títulos en un año y medio (bicampeón de Champions y de la supercopa de Europa, un mundial de clubes, una liga y una supercopa de España). Un equipo que ha roto todo el récord de partidos sin perder, que lleva 68 veces consecutivas anotando, victorias de triunfos como visitante, en fin. Este club ha demostrado por qué es considerado el mejor club de la historia.

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