Los llamados “trolls” son esas personas que, por medio de perfiles falsos, se dedican a enviar mensajes engañosos, buscar estafas o simplemente redactar mensajes provocadores, groseros u ofensivos en alguna comunidad en línea, red social o simple chat, llevando así engañar a las personas que se encuentren en estas redes o a ser ofendidas e insultadas.

Teniendo en cuenta que muchas veces estos “trolls” se pasan de la raya o cruzan muchas veces los límites de confianza y el mínimo decoro que debe tenerse en la red, el gobierno de Inglaterra y Gales podría estar penalizando a estas personas con multas y hasta con cárcel.

La fiscalía de la Corona, en el Reino Unido, está a favor de la judicialización de los mayores de edad dedicados a crear estos perfiles falsos en redes, que son utilizados con la intención de realizar timos, intimidar u ofender a los usuarios; así se lo hizo saber hace poco esta entidad inglesa a la BBC.
Sin embargo, la Fiscalía de La Corona estableció los siguientes parámetros que los jueces deberán tener en cuenta a la hora de realizar los respectivos procedimientos penales:

  • Acoso por medio de la red, generando consecuencias psicológicas.
  • Incluirían la persecución de publicaciones indecentes, gravemente ofensivas o falsas que puedan causar angustia o ansiedad a la víctima. Como lo es el llamado “porno vengativo”.
  • Cuando una identidad falsa se emplea para publicar mensajes con influencia que podría causar ansiedad a la víctima.

Sin embargo, es claro, que antes de decidir acusar a alguien por “troll” es importante tener presente que en el caso particular no se está transgrediendo principios de derecho tan básicos como es la libertad de expresión, como por ejemplo podrían entrar prácticas moralmente –pero no legalmente condenables como es el “chismorreo”, y “la publicación de opiniones impopulares”.

En cuanto a la creación de cuentas falsas con el principal propó- sito de engañar o robar a alguien, es importante recordar que estas suceden principalmente en redes más profesionales que Facebook. La red LinkedIn puede ser un ejemplo de esto, donde han surgido casos de personas que se hacen pasar por empresarios para ofrecer negocios que tienen de por medio grandes sumas de dinero.

Un caso paradigmático fue el que realizó una persona que se hizo pasar por ejecutivo del Royal Bank of Scotland, ofreciendo una grandiosa oferta de negocio por medio de un correo masivo en la red. Este personaje sostenía en esta red social que, con su trabajo, personas que compartían el mismo apellido con recientes difuntos que contaran con cuentas financieras en el banco, podían acceder a las herencias que hubiesen dejado; solo debían entregarle un dinero para que él comenzará a realizar la gestión. Al final, luego del pago por parte del incauto, la persona borraba la cuenta y se desaparecía con el dinero.

Tiempo después, fue descubierto al revelarse la verdadera identidad de quien había creado este perfil, pues las diferencias entre el perfil falso y el perfil verídico eran bastante notorias.

En cuanto a Colombia, en el país ya existen normas que castigan el acoso por medio de las redes sociales. Por ejemplo, la Ley 1620 de 2013 que estableció el primer comité de derechos de convivencia y sexuales, cobija principalmente la protección de niños y adolescentes de todo el territorio colombiano, ya que son el público con mayor porcentaje de usuarios de redes y las principales víctimas de ciberbullying en el país.

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