En un análisis de impacto que desarrolló el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible junto con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE y el Departamento Nacional de Planeación DNP en el 2015, se evidenció que el 30% de los residuos sólidos corresponden a envases, bolsas y empaques de plástico; es más, estudios recientes estiman que en los océanos hay presencia de más de 150 millones de toneladas de plástico.

Según el Foro Económico Mundial, de estos residuos solo el 14% es reciclado, recordando que la tecnología para hacer esta actividad de reciclaje existe desde hace 40 años.

Hace unos años, en Colombia, se estableció la Política Nacional de Producción y Consumo Sostenible con el objetivo de “Orientar el cambio de los patrones de producción y consumo de la sociedad colombiana hacia la sostenibilidad ambiental, contribuyendo a la competitividad de las empresas y al bienestar de la población”, donde también se propuso adelantar la regulación sobre el uso de bolsas plásticas.

De acuerdo con lo anterior, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible dio a conocer hace poco el Decreto 668 de 2016, que reglamenta precisamente el uso racional de bolsas plásticas en el país.

Esta medida recae sobre los distribuidores de las bolsas plásticas, ya que serán los almacenes de cadena, grandes superficies, supermercados y farmacias de cadena, quienes deberán “formular, implementar y mantener actualizado” un Programa de Uso Racional de Bolsas Plásticas, establecer metas y presentar informes anuales sobre esta gestión, de acuerdo a una guía presentada en el mismo Decreto.

Las empresas distribuidoras de bolsas plásticas tendrán, entre otras cosas, que dejar de entregar bolsas pequeñas, es decir, de menos de 30×30 centímetros; incorporar en esas mismas bolsas un mensaje ambiental relacionado con el uso racional que ocupe un 10% de su tamaño, la capacidad de carga de la bolsa en kilogramos, el calibre, recomendaciones para la reutilización de las mismas y poner a disposición del consumidor alternativas como bolsas reutilizables, carritos de mercado, canastos, morrales o cualquier alternativa que evite el consumo de bolsas plásticas.

Además, las empresas tendrán que realizar reportes con la información correspondiente a el número de bolsas distribuidas por año, su peso, entre otros indicadores. Sin embargo, las empresas que cobren por las bolsas, dejen de entregar bolsas pequeñas, incluyan mensajes ambientales sobre el uso racional e incluyan la capacidad de cada bolsa, no se verán obligados a presentar el Programa de Uso Racional de Bolsas de Plástico.

El Decreto también habla acerca de la prohibición de abandonar, enterrar de manera irregular bolsas plásticas en el territorio, acumularlas a cielo abierto y distribuir bolsas menores al tamaño antes descrito después del 30 de diciembre de este año.

Algo importante que no deja pasar la medida del Ministerio, son los deberes de los consumidores, como no exigir bolsas plásticas adicionales, reutilizarlas y atender las instrucciones de las bolsas sobre su manejo.

Recordemos que el uso irracional de las bolsas por parte de los consumidores (por ejemplo, pedir bolsa para una caja de cigarrillos, de chicles o un yogurt que se va a consumir de inmediato) y la distribución indiscriminada en los almacenes, genera deterioro de los ecosistemas, ya que debido a la estructura química de las bolsas, su descomposición puede durar cientos de años. Además, la gran cantidad de bolsas plásticas desechadas contamina el agua, el suelo, la flora y la fauna.

Carlos Alberto Garay, presidente de Acoplásticos, asociación que agrupa a empresas de este sector, dejo claro que “los cerca de 3.000 productores del país deberán cambiar sus prácticas de producción y garantizar que las bolsas cuenten con información como el indicador de carga que pueden soportar, cuántas veces pueden ser reutilizadas y el productor”.

La meta del Gobierno Nacional es alcanzar una reducción de un 10% en el uso de bolsas plásticas, ya que las cifras son poco alentadoras: un colombiano usa en promedio 6 bolsas semanales y 288 al año.

Colombia se suma a la lista de países que regula el uso de bolsas de plástico. La industria del plástico deberá entonces adelantarse a posibles regulaciones más fuertes a futuro e innovar con la utilización de otro tipo de materias primas para empaque; existe por ahí una propuesta para incentivar el uso del fique como producto agroindustrial como opción.

Por otro lado las empresas distribuidoras deberán brindar alternativas a los consumidores y guiarlos hacia una cultura del no uso de bolsas plásticas. Las estrategias apenas comienzan.

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