Si estas cansada, más de lo normal, es un síntoma que no solo está en tu cabeza. Al parecer esa es la queja número uno de las mujeres. Sienten fatiga. Se levantan cansadas, y empiezan el día con ganas de terminarlo. Si esto te suena conocido, revisa esta información y decide si hay algo que resuene contigo.

Muchos médicos tradicionales, sobretodo hombres, no toman muy en serio a una mujer que tiene esta queja. La medicina occidental es excelente para cosas como cirugías que salvan vidas, infecciones graves o huesos rotos. Pero algo como el cansancio es complejo y profundo, y muchos de ellos simplemente no saben como manejarlo. Tal vez muchas mujeres cansadas están siendo medicadas con antidepresivos y ansiolíticos por sus doctores. Pero a veces el cansancio es solo cansancio.

Esta publicación no pretende enumerar todas las causas posibles, solo algunas. El punto es validar a una mujer que se siente cansada, y asegurarle que si hay causas reales para su fatiga.

Te voy a dar 5 razones por las cuales podrías sentirte así.

Primero, piensa cómo manejas el estrés. Si estás en estrés crónico, tu cuerpo siempre está vigilante a posibles amenazas, y esta hipervigilancia sobreestimula y agota el sistema nervioso, el sistema inmune y hasta el balance de flora intestinal. Este desbalance en las bacterias puede generar problemas de malabsorción de conlleve a una deficiencia de algún nutriente, como hierro o vitaminas del complejo B.

Otra posibilidad es que tengas algún problema de tiroides, como Hashimoto, una condición autoinmune de la tiroides que hace que esta glándula, cargada del metabolismo, trabaje más lentamente. Si quieres saber más sobre el estado de tu tiroides debes hacerte un panel completo de tiroides, incluyendo TSH, T3, T4 y anticuerpos.

Algunos endocrinos no mandan el panel completo, mirando solamente la TSH. La medicina funcional considera que todo el panel es vital, inclusive un examen de T3, porque contrario a lo que se creía, no todo el mundo convierte T4 en T3 adecuadamente.

Cuando tienes una reacción autoinmune se genera inflamación en el cuerpo, esto puede ocurrir al consumir alimentos a los cuales tienes una sensibilidad. Los más comunes son: gluten, lácteos, soya, maíz, huevos, maní. La inflamación puede hacer que tus intestinos se vuelvan permeables y en tu torrente sanguíneo se filtren más toxinas.

Otra posibilidad es que tengas una infección como cándida en los intestinos. La cándida es un hongo que puede proliferar por diferentes razones, incluyendo el uso excesivo de antibióticos. Hay varios protocolos que puedes encontrar en internet sobre cómo eliminar la cándida de tu sistema, siendo lo principal la eliminación temporal del azúcar.

Una posibilidad más es que tengas un exceso de metales pesados en tu sistema. Vivimos en un ambiente toxico y es normal para una persona tener metales pesados en su cuerpo. Pueden venir del mercurio en el pescado, del cloro o el flúor del agua, o de partículas orgánicas volátiles en el aire. Nuestro cuerpo tiene la capacidad de desintoxicarse de metales, pero a veces lo cargamos demasiado y órganos fundamentales para este proceso como el hígado, se bloquean.

Otra posibilidad es que tengas algún problema regulando tu azúcar en sangre, para lo cual necesitas un examen de laboratorio que analice tus niveles de glucosa en ayunas.

Te aclaro que hay más posibilidades que causen la fatiga. Algunas serán obvias para ti, como si duermes mal o si acabas de tener un hijo. Pero si tu cansancio no parece tener razón aparente, y ya has buscado sin éxito una respuesta, no te rindas. Mi intención no es darte una solución definitiva, sino hacerte consciente del hecho de que hay muchos motivos reales y válidos que generan tu fatiga. No, no es normal vivir cansadas. No, no es que nos estemos envejeciendo. No, no es el precio de vivir en la sociedad moderna. Hay caminos y hay soluciones y todo empieza con la decisión de tomar las riendas de nuestra propia salud.

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