En este fardo de emociones la autora recupera las relaciones con sus amantes y como estos se van desnudando (los sentimientos) a través de las obsesiones, los rituales y las peripecias de la vida.

Compartimos uno de sus poemas.

La frase en el cajón

Para nadie es un secreto,

Que caer parado es ni fu ni fa

Dado que nadie es profeta en su tierra

Nunca cae como anillo al dedo.

¿Los pájaros disparándole a las escopetas?

No, donde manda capitán no manda marinero.

Le das la mano y te coge el codo,

Y con esa carita de yo no fui.

A estas horas del partido.

Hay que hablar largo y tendido.

Estamos en boca de todo el mundo.

Ya no estamos pintados en la pared.

Parece que las paredes hablaran,

Porque lo barato sale caro. No hay poder humano.

Para ahogarse en un vaso de agua.

Lo que es para uno es para uno,

Con todas las de la ley.

No hay mal que dure cien años,

Y que ande como Pedro por su casa.

¿Entró con cachos?

Y con lujo de detalles.

Soldado advertido,

Paga los platos rotos.

Botaste la casa por la ventana,

En la vida todo se paga.

Y ni corto ni perezoso,

Al que no quiere sopa, se le dan dos platos.

En la foto, la filóloga y terapeuta de ergonomía erótica en un desliz con el filósofo de las antinomias, y emocionada por ver cómo se le crece al pensador (el sentimiento).

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