Colombia no es un país ajeno al creciente uso de las TIC y gracias a estas tecnologías cada vez aumentan los usuarios en las diferentes redes sociales. Paralelo y proporcional a éste crecimiento están latentes diferentes amenazas para los usuarios, haciéndolos susceptibles de ser victimas de delitos informáticos e incluso llegar a ser cómplices de los mismos, (casos de amenazas, calumnias e injurias).
El tener tecnología “inteligente”, debe comprometer a los usuarios de dicha tecnología a no ser menos inteligentes que sus teléfonos y demás aparatos electrónicos, empezando por no incurrir en el error de acercar a quienes están lejos y alejar de quienes se tienen cerca, ese alejar, se refiere al aislamiento verbal, visual, gestual y afectivo.
Si bien el uso de redes proporciona diversión, esparcimiento, también implica observar normas básicas que van más allá del sentido común y demandan buenos comportamientos y responsabilidad con todo lo que se publica y lo que se replica.
Al parecer, la Semana Santa o de reflexión causó el efecto contrario en quienes se dedicaron a crear información falsa (difamación y calumnia) obra de los llamados ‘troles’, especialistas en manipular y engañar y lograr su cometido mediante los idiotas útiles que suelen replicar cualquier información por absurda e inverosímil que parezca, sin tener la precaución de confirmar cualquier información, recurriendo a la misma tecnología, en juego de palabras:
Los troles usan los troilos y el vivo sigue viviendo del bobo.
Así el puente festivo mas largo del año fue utilizado para difundir una falsa información:
¡Ultima hora! Hijo de Santos, Esteban Santos es denunciado por violencia doméstica ¡casi mata a su novia! Ese es el título de la falacia.
Es evidente que es otra mentira que pareciera farandulera, pero con un trasfondo político, muy similar a la perversa estrategia de hacer que la gente esté “berraca”, sea para votar, opinar o bajar popularidad. Se recurrió en esta oportunidad al uso de la indignación y rechazo que causa y debe causar la violencia contra la mujer, para difundir la falsa noticia y de inmediato los comentarios insultantes contra el supuesto abusador y es tal el grado de sevicia, odio e intención de seguir polarizando y dividiendo, que sobre el mismo tricolor agregaron a la falsa noticia palabras soeces e insultantes contra la actual familia presidencial.
Cuesta trabajo entender como alguien puede tragar entero y no tener un mínimo de capacidad de análisis, al evidenciarse en el contenido de esta falsa noticia errores y horrores ortográficos y gramaticales, tan sencillo que los motores de búsqueda también funcionan con números, al buscar por el número de querella, con la que supuestamente se denunció al hijo del Presidente, se encuentran más de dos publicaciones con la misma paupérrima redacción, la misma hora de los hechos, el mismo “sanatorio”, el mismo nombre de los apartamentos donde supuestamente la pareja “reCide” con C, y por supuesto el mismo número de querella.
Lo único que cambian es el nombre de victima, victimario y comandancia de policía acorde a la nacionalidad de los personajes calumniados.
Aquí no se trata de defender a Esteban Santos por ser el hijo del presidente Santos, ni de recibir una dosis de suculenta mermelada, tampoco de ser ‘castrochavista’, o mamerto, etc. (ya se conoce de antemano la retahíla), ni de estar a favor de uno o contra el otro, es innegable la sobredosis de polarización, se trata de no caer tan bajo y llegar a convertirse en cómplice de un delito, (injuria, calumnia y difamación), delitos igualmente aunque se cometan contra cualquier ciudadano, por aquello de tener derecho al buen nombre.
Incluso en este “Sea world” que es Colombia, donde durante años los delfines políticos siguen nadando en el poder o protagonismo nacional, sean los Santos, Uribe, Pastrana, Samper, Gaviria, Galán, López, Turbay, Barreras, etc. también tienen el mismo derecho de cualquier ciudadano, se puede estar en desacuerdo con los delfines, con sus aspiraciones, su gestión, incluso rechazar la vida y obra de sus padres, pero la forma de hacerlo no es incurriendo en mentiras y delitos incluso contra la vida privada y derecho a la intimidad que para cualquiera debe ser inalienable, y menos estar condenando, insultando y hasta pidiendo destierro para un personaje y su familia, con base a mentiras.
Hay que recordar que el poder y riesgos de las redes son inconmensurables, seguramente quien replica información falsa, inexacta, difamatoria, muy posiblemente sea presa fácil de cualquier delito informático como el conocido “phishing” – suplantación de identidad, que tiene por objetivo obtener de forma fraudulenta información confidencial- (claves y acceso a productos financieros e información personal) y otras triquiñuelas que para muchos a simple vista son una estafa, a otros los convertirá en victimas de los ciber delincuentes.
De cada cual depende ser o no ser manipulado o engañado por delincuentes informáticos, troles y sucias estrategias políticas y/o religiosas con oscuros intereses, no trague entero, verifique, confirme cualquier información o noticia que vaya a compartir, si tiene duda de su veracidad o de la fuente, simplemente no la difunda y recuerde que Ud. puede hacer, hacerse daño o involucrarse en problemas al permitir ser manipulado.
Lo más importante es tener en cuenta que el derecho de expresión, no es derecho a la agresión y la difamación.
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