Tenemos dos bandos, unos que la alaban como la Meca de las bellas artes de los últimos tiempos y otro que consideran las alabanzas como exageradas y como un paquete de papas, está muy inflada.

Entremos en discusión, sin tener una verdad absoluta. Advierto que si hay cosas en la vida que no me gusten es la changua y los musicales. Sin embargo, este sí supo atraparme.

Pocas veces, una película tan exitosa no debió utilizar roles de reparto con gran peso en la trama. Eche cabeza y si se da cuenta, la historia se centra en Sebastian y Mia. Listo, no debemos agregar más pueblo.

Damian Chazelle, y todo su equipo técnico, pudo cazar con una pareja ideal, eso sí, las actuaciones de Emma Stone y Ryan Gosling son soberbias. En el caso de Ryan, al menos tocando el piano deja a cualquier hombre como el portero del barrio.

Su facha engalana más el filme y Emma, no sé qué tendrá pero su naturalidad es exagerada. Pareciera que ella fuera así, como mujer, amiga, hija o esposa. Además aparentan que ambos llevarán 20 años actuando juntos, y no.

Es la tercera, las anteriores dos, el romance aparece después de una hora.

Por otro lado, las secuencias y el montaje la llenan de luces. Su calidad nota en el resultado. A pesar de que la historia no es sacada de los pelos, la ejecución de la idea la hace diferente.

A partir de acá, pasamos a lo que dicen los ‘haters’. La trama, en realidad es cliché y hasta predecible. Su guion original no es merecedor para estar entre las nominadas al Oscar. Si sacamos la lista, las películas ganadoras a la Mejor del año tiene ese chip diferente desde su relato.

‘Spotlight’, ‘El Padrino’, ‘Golpes del destino’, entre muchas más, tienen una complejidad y que a partir de eso, se realiza un gran trabajo.

Obvio, no es lo elemental para ser elegida como La Mejor también el aporte técnico es primordial. Le pongo un ejemplo, véase El Artista. Simplemente ese acto rebelde de volver a los inicios la hizo diferente.

Precisamente, en estos días del CGI, es difícil hacer musicales. Por ejemplo, ‘Les Miserables’ fue un riesgo. No es fácil saltar a la ficción que obliga este género. En Lalaland es fenomenal el camino a un musical, sin embargo no podemos arrodillarnos y que no es una guía para hacer películas con canto y baile, porque es más, en ciertas partes sobraba.

En fin, la eterna pelea sigue. Fanáticos y contradictores, no hay que creer en lo que dice la Academia, le recomiendo que la vea. Desde que lo entretenga, todo está bien, el resto podemos discutirlo.

Particularmente, es una gran película, de las mejores de este siglo pero no es un oasis como la han pintado. No está sobrevalorada, pero tampoco es para hacer alabanzas sobre ella. Lo que más impacta es que Chazelle lleva dos hits: primero con ‘Whiplash’ y ahora ‘La La Land’. Todo un Rey Midas.

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