¿Quién lo decide y quién lo delimita?

¿Hay algún jurado que dice “no, esta película no merece llamarse cine arte”? No lo sé. Está claro, por otro lado, que no todo el cine comercial es malo ni todo el cine independiente o cine arte es bueno. He oído mencionar muchas veces a “eruditos” en los periódicos, esos que nunca ponen cinco estrellas y se creen lo máximo, que hablan del cine comercial como “la industria vacía y lucrativa de Hollywood” y frases parecidas.

Claro, también hay películas rarísimas pero aburridas.

Así como con la música: no todo lo comercial es malo, para nada, ni todo lo Underground es bueno y virtuoso, nada más falso que eso.

Dentro de todas estas películas que llegan y que lastimosamente no veremos nunca el 100%, de hecho nunca llegaremos al 100% de nada en la vida, está una primicia que pude ver ya: La chica desconocida, con la actriz francesa Adéle Haenel. No sé hasta qué punto esta película es cine arte o cine independiente, y en verdad eso es lo de menos. Lo que importa es que sea buena y uno pase un buen rato. En francés se llama “La fille inconnue”. La chica desconocida.

Adéle hace de la doctora Davin, una médica seria, tal vez muy seria para mi gusto, con unas cejas relativamente aceptables, nunca serán iguales a mi prototipo perfecto de cejas, dedicada, profesional y competente; resulta que ella presencia algo relacionado con la muerte de una niña y con algo de culpas, con cosas del pasado, con algo de ilegalidad y algo medio dark, se dedica a investigar qué fue lo que pasó.

Dentro de todas estas indagaciones que ella empieza a hacer, teniendo en cuenta que ella lo hace con sus propias armas y sin la ayuda de nadie, van surgiendo inconvenientes y reveses. Hay misterio y bueno, luego todo se va solucionando. Ocurre en la ciudad belga de Lieja.

Tal vez podría haber algo de magia o algo de música (bueno, es lo mismo) pero hay situaciones bastante tensas en las que solo hay diálogos y el mecánico sonido de los motores de un carro o de un bus. Tal vez le pondría yo algo de música, no sé, pero también es cierto que así debe ser la película, plana y lenta, para plasmarle al espectador precisamente lo que ocurre en una vida; sí, en una vida plana y lenta.

Si quieren ver qué tanto ocurre, averígüenlo y me cuentan.

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