La percepción arraigada sobre la manía que tienen los productores de Televisa de hacer añicos todo libreto exitoso de la televisión internacional que determinaban adaptar a su idiosincrasia, convirtiéndolos a mi juicio en un bodrio de quinta, queda temporalmente revaluada al ver la nueva producción ‘La candidata’ que estelarizan Silvia Navarro, Víctor González, Rafael Sánchez Navarro y Susana González, concluyendo con ciertas reservas, que es esta una apuesta trascendente que puede virar a favor el timonel de una de las productoras de telenovelas más importante del mundo.

‘La candidata’ es un paso importante que puede romper con el exagerado y facilista engolosinamiento que tienen los productores a apostarle a refritos patéticamente atemporales y caducos, los cuales flagrantemente irrespetan la inteligencia de la teleaudiencia seguidora del género telenovela.

Mientras en otros países latinos se les apuesta a contenidos de vanguardia y se irrumpe en subgéneros controvertidos y en su mayoría exitosos pese a tocar temáticas espinosas, donde entra en juego el tema de la responsabilidad social de las televisoras frente a la producción de estas teleseries tachadas de hacer apología al delito y los antivalores, en México y especialmente por los lares de Televisa seguían produciendo sosas versiones de telenovelas exitosas hace 50 años, asumiendo orondamente que esa otrora rentable fórmula era vitalicia.

Bastó que se dieran descalabros contundentes año tras año para que por fin alguien tuviese la idea de ofrecer una excelsa producción como “la candidata” que no trasgrede el lineamiento de la versión original y se puede decir que es una muy buena adaptación que se ha acompañado de un destacado elenco, en su mayoría edificado profesionalmente en la competencia TV Azteca.

Todos los actores y actrices participantes en ‘La candidata’ actúan muy naturales, los diálogos fluyen en perfecta comunión con cada personaje, importante cada uno en este andamiaje construido en la temática política, los clichés acostumbrados en el culebrón clásico y esas poses exageradas y vehementes, cual loros mojados repitiendo un dialogo soplado al oído y el acostumbrado mar de lágrimas de sus protagonistas, no asoman en ninguna escena de esta producción.

Los oscuros recovecos del mundo político y el poder, la drogadicción, la prostitución, la violencia intrafamiliar, los valores y antivalores de la actual sociedad, son algunos de los tópicos que toca la trama de ‘La candidata’ y se adereza del infaltable toque de intriga y romance, necesarios para que llegue también al público que sigue fiel al melodrama clásico.

Ojalá ‘La candidata’ no sea solo un efímero aspaviento en Televisa y que otros productores pierdan el temor y se atrevan a ofrecer contenidos excelsos, arriesgados y vanguardistas que le permitan a esta importante televisora enfrentar los inevitables cambios que nos trae la tecnología y la llamada convergencia de medios.

México cuenta con profesionales de actuación, productores, directores y escritores originales de alto rango y no se justifica que todavía se sigan produciendo refritos de ‘Simplemente María’, ‘Los ricos también lloran’ y todas esas historias que marcaron una época, los tiempos cambian, las nuevas generaciones quieren contenidos acordes a la época, eso sí hechos con mística y profesionalismo.

Mis felicitaciones a Giselle González la productora, al señor director Eric Morales, al elenco y personal técnico que hace posible ‘La candidata’, una trascendente apuesta de Televisa en el 2017.

¡Feliz y venturoso 2017 para todos!

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