Con la telenovela acerca del recordado humorista Jaime Garzón, se conseguirá recordar a un hombre que llegará a ser inmortal. Así como con los próceres de la historia patria ocurre algo similar, estos permanecen inmortales, mientras que otros anónimos desaparecen de los álbumes, de las láminas o fotografías.

Hoy los medios de comunicación son los encargados de la labor de lograr que los muertos sigan vivos, de que perduren en la historia. Es así como el cine o la televisión logran que sobrevivan en nuestro país personajes como cantantes o políticos, tanto recientes como más distantes. Así últimamente revivió la Pola, mártir del siglo XIX, mientras se anuncia con bombos la “resurrección” de Jaime Garzón.

Ambos personajes generaron controversia en su momento. La Pola, apoyando la guerra independista, mientras el segundo, luchando, a partir del humor, por un país más justo, más equilibrado, equitativo.

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La tele, esa caja mágica,  a la que cualquiera puede entrar sin pagar boleta, nos hará recordar a Garzón. Pero probablemente a uno diferente al que nos acompañó en carne y hueso durante demasiado poco tiempo. Ese hombre que se burlaba hasta de su sombra, que debe estar en el cielo riéndose por poder que con series como la que está por venir seguirá haciendo reír sin descanso a quienes cada noche prendían sus televisores.

Son casi veinte años sin Garzón, ese personaje que se burlaba del poder, que soñaba con un país en paz, que veía el humor como un forma de desarmar fusiles, y además corazones, que veía en la palabra y la ironía la forma de hacer que Colombia alcanzara un espacio donde se pudiera disentir,  discutir, sin necesidad de que eso llevara a la muerte.

Tendremos que esperar que tanto se parecerá la historia ficticia a la real. Pero resulta extraño que un canal, RCN, que se precia de ser de línea de derecha traiga a la memoria un hombre de profundo perfil social, que se burlaba de los poderosos, que atacaba de frente la corrupción.

Sin embargo, lo importante es que una generación que no conoció a este humorista y toda la historia que se adelantó a su alrededor pueda saber de ella. Personajes como Dioselina Tibaná, la empleada del Palacio de Nariño; Godofredo Cínico Caspa, el leguleyo de extrema derecha; Néstor Elí Rojas, el portero del adefesio Colombia; y el principal de todos Heriberto de la Calle, el embolador o lustrabotas  que entrevistó a medio país, desnudando sus almas y corazones.

La expectativa por la serie es muy alta. Ojalá su calidad lleve a que la audiencia la premie con un alto rating, una necesidad que el canal está requiriendo desde hace varias temporadas.         

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